
El consorcio que opera el pozo de Gudrun, un gran yacimiento marino en declive, le inyectará agua para mejorar su rendimiento y aumentar su vida útil en tres años, hasta 2032.
Gudrun es un campo situado aguas adentro del Mar del Norte, a 50 kilómetros al norte de Sleipner, a una profundidad de 110 metros. Su principal operador es la noruega Equinor (36%) y en la explotación también participan Repsol (15%), Neptune (25%) y OMV (24%). Recibió la autorización de las autoridades noruegas en 2010 y se empezó a bombear crudo en 2014; actualmente hay siete pozos activos.
Sus reservas de hidrocarburos se calculan en 184 millones de barriles equivalentes, pero a gran presión, lo que exige emplear una tecnología especial. Los socios han invertido ya más de 2.000 millones de euros y tenían previsto invertir otros 100 millones hasta el final de su vida útil, pero ante el declive de la producción han decidido redoblar su apuesta y desembolsar 250 millones -2.400 millones de coronas noruegas- para mejorar su rendimiento.
Cada uno de los miembros del consorcio aportará fondos en función de su proporción en el consorcio, de modo que a Repsol le corresponden unos 37 millones.
Nuevo pozo de producción
Equinor anunció ayer que se hará mediante la inyección de agua obtenida en la formación de Utsira que se inyectará en el reservorio de Gudrun para que soporte mejor la presión y aumente la producción. Además, se perforará un nuevo pozo de producción.
Los cálculos de las empresas es que los trabajos estén completados en 2021. A tal efecto han contratado a la compañía Aibel, que también se encargará de otros trabajos en la explotación por un monto total de unos 62 millones.
"Nos complace la decisión de la asociación de invertir 2.400 millones de coronas noruegas en el desarrollo del campo Gudrun. La inyección de agua mejorará la recuperación del embalse y utilizará la infraestructura existente en el campo. Este es un proyecto robusto y bueno", ha declarado Tom Elseth, director de proyectos de Equinor para Gudrun.
Turbinas eólicas en Ferrol
En otro orden de cosas, Repsol acaba de anunciar que hoy comienza en Ferrol (Galicia) la instalación de la primera turbina eólica flotante del parque eólico marino de Windfloat Atlantic, que se levantará en las costas de Portugal y será el primero en la Europa Continental. La instalación está promovido por el consorcio Windplus, integrado por EDP Renováveis (54,4%), Engie (25%), Repsol (19,4%) y Priniciple Power (1,2%). Cuando esté concluida tendrá una potencia de 25 MW, suficiente para cubrir las necesidades de 60.000 hogares durante un año.
Se trata de un hito tecnológico, porque nunca antes se ha instalado una turbina tan grande sobre una estructura flotantes. La máquina, fabricada por MHI Vestas y denominada V 164, tiene 8,4 MW de potencia y una altura de punta de 190 metros, con un diámetro de rotor de 164 metros.
La fabricación y transferencia de carga (load-out) de WindFloat se llevaron a cabo con éxito la semana pasada en Fene, y la plataforma flotante ha quedado anclada en el muelle del puerto de Ferrol, donde se iniciará la instalación de la turbina eólica. El ensamblaje tendrá lugar durante las próximas semanas para preparar las operaciones en el mar, previstas para finales de verano, cuando la estructura flotante partirá rumbo a su destino final en la costa de Viana do Castelo (Portugal).
Entre los proveedores que han hecho posible la realización de este proyecto, además de MHI Vestas, cabe destacar a Principle Power, la joint-venture Navantia/Windar, el grupo A. Silva Matos, Bourbon y el proveedor de cables dinámicos JDR Cables.