
El año no ha empezado con fuerza en la industria de las fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) a nivel global. La expectativa generalizada de ralentización ecónomica, el Brexit o la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha provocado que este negocio no creciera al ritmo al que cerró el ejercicio de 2018. Y el caso de España no ha sido diferente. A la espera de que se formalicen algunas operaciones ya firmadas (Cepsa y Carlyle; los centros de datos de Telefónica y Asterion; Hispasat y Red Eléctrica) y a que en los próximos días se resuelvan otras en marcha, todos los expertos consultados por elEconomista son optimistas y no ven una ralentización en el mercado en los próximos meses.
En palabras de Jorge Ramos, managing director de Banca de Inversión de Citi, "el volumen de fusiones y adquisiciones en EMEA está alrededor de un 30% por debajo del mismo periodo del año pasado. Sin embargo, en Citi estamos viendo indicios de una mejora, tanto en la tendencia como en el incremento de la actividad en este segundo semestre comparado con el segundo semestre de 2018".
Por su parte, Miguel Hernández, consejero delegado de Banca de Inversión de Alantra, explica a este diario que perciben que "se mantiene un fuerte apetito por las operaciones corporativas, tanto de M&A como de financiación, apoyado por un horizonte estable de tipos bajos y una abundante disponibilidad de capital, tanto del lado de los fondos de capital riesgo como por el de la banca tradicional y los fondos de deuda".
El capital privado, clave
Así, es fundamental el papel que están realizando los fondos de capital privado en los últimos meses, que están ejerciendo como dinamizadores de esta industria en un momento de ingente liquidez, en el que cada vez más inversores se está lanzando a apostar por este activo y en el que la financiación alternativa se está abriendo paso en España. Por ejemplo, en el primer semestre de este año se han lanzado las OPAs sobre Parques Reunidos (de mano de EQT) y Telepizza (KKR).
"Consideramos que los drivers que motivarán las transacciones serán el apetito inversor del Private Equity –que esperamos continúe con la sólida performance del año pasado tanto en compras apalancadas como en desinversiones–, y el llamado disruptive M&A, que pone el foco en la búsqueda de empresas innovadoras que proporcionen nuevas soluciones escalables. Por otra parte, el interés por la internacionalización de las empresas españolas impulsará el mercado y también esperamos que nuestro país continúe estando en el mapa de los inversores extranjeros (estadounidenses, ingleses y franceses principalmente)", explica Enrique Gutiérrez, socio director de Financial Advisory de Deloitte.
En cualquier caso, a la hora de analizar el mercado de fusiones y adquisiciones en España no se debe olvidar el tamaño de la economía del país, ya que una operación grande (los denominados megadeals, es decir, transacciones superiores a los 500 millones) alteran la clasificación.
Mercado mediano
"La actividad de M&A en el middle market español continúa siendo positiva, gracias al entorno de tipos de interés bajos y a la elevada liquidez por parte de los fondos de private equity nacionales e internacionales, si bien no esperamos que aumente. Asimismo, no descartamos que se produzcan operaciones de mayor tamaño en los próximos 18 meses lo que nos hace seguir siendo optimistas", comenta Jorge Rioperez, socio responsable de Corporate Finance de KPMG en España y de M&A en EMA.
En este contexto, el presidente de la patronal del capital privado (Ascri), Miguel Zurita, argumentó hace escasos días que la inversión de los fondos mantendrá el ritmo este trimestre y que todavía está en "cifras récord", si bien, en todo el mundo aún no se han alcanzado los niveles previos a la crisis de 2008. "En España hay un catch-up pendiente, lo que justifica las cifras récord". "Es de perogrullo que cada día está más cerca el cambio de ciclo, pero esto será a tres o cuatro años vista. No hemos visto una ralentización", argumentaba Zurita.
Fernando Torrente, socio de M&A del despacho de abogados Allen & Overy, coincide en que "no observamos una ralentización, creemos que el nivel de actividad se mantiene alto; sigue existiendo mucha liquidez en el mercado y los fondos no dejan de buscar oportunidades. Si hemos observado una mayor cautela, los fondos están preparados para dejar de ver una oportunidad si no creen en la idoneidad del activo o su precio".