
La matriz de Bankia, BFA, ha elevado el coste máximo al que todavía se enfrenta por el caso de las participaciones preferentes de las antiguas cajas de ahorros, sobre todo Caja Madrid. El grupo, propiedad 100% del Estado a través del Frob, ha incrementado la potencial contingencia a 1.334 millones de euros, es decir, un 12% más. Esta subida del riesgo supone un cuantía de 142 millones adicionales con respecto a la estimación de finales de 2017.
Según las cuentas del ejercicio pasado aprobadas la semana pasada por la Comisión Rectora del fondo de rescate, "la evolución experimentada en el número de nuevas demandas recibidas como en los factores que afectan a éstas, hacen que exista una elevada incertidumbre asociada al volumen de denuncias que se puedan recibir en el futuro y al resultado de las resoluciones judiciales pendientes".
Por ello, en el ejercicio de 2018 el holding realizó una dotación adicional de 39 millones de euros y, al mismo tiempo, utilizó 106 millones de euros para hacer frente a las demandas resueltas y liquidadas. Hasta la fecha, BFA-Bankia ha tenido que devolver a los afectados por la venta de estos productos a los inversores, buena parte de ellos particulares, unos 1.700 millones de euros y cuenta con una hucha ligeramente superior a los 100 millones para futuras sentencias.
Ayudas públicas
Hay que tener en cuenta que este es uno de los costes más importantes que ha tenido que sufragar el grupo y que han impedido al Estado recuperar por ahora parte de las ayudas de un rescate que supera los 24.100 millones. BFA ha conseguido unos 3.800 millones vía dividendos de Bankia, de la que ostenta una participación del 62%, o vía colocación de acciones.
La otra gran partida que ha drenado los recursos del grupo nacionalizado ha sido la indemnización a inversores minoristas que compraron títulos de la entidad en la salida a bolsa de 2011. Esta contingencia finalmente está siendo ligeramente superior a las estimaciones realizadas. BFA ya ha tenido que abonar más dinero del previsto, que se situaba en 1.840 millones. Según el informe anual, las dotaciones que han sido usadas alcanzan los 1.871 millones. Esta cantidad, además, podría subir debido que todavía están en curso 700 demandas judiciales.
La entidad, asimismo, se enfrenta a denuncias de inversores institucionales por la salida a bolsa, una operación por la que los antiguos gestores se enfrentan a penas de cárcel. Ha recibido unas 78 sentencias de primera instancia, de las que 21 han sido favorables. En segunda instancias, los juzgados han dictado 34 fallos, de los que ocho han sido a favor de Bankia.
BFA obtuvo pérdidas de 2.634 millones en 2018 frente a las ganancias de 2017 como consecuencia del deterioro de valoración en la partida de participadas, es decir, Bankia, que el año pasado fue golpeada en bolsa por la volatilidad e incertidumbre de los mercados. A nivel consolidado, incluyendo los balances de la entidad cotizada, el hólding sí presentó resultados positivos, de 520 millones. Esta cifra es un 22,6% superior a la lograda el ejercicio anterior, según los datos de la memoria