
FCC ha duplicado el importe de su programa de pagarés en Irlanda que lanzó en noviembre pasado desde los 300 millones de euros hasta los 600 millones de euros. El grupo que controla el mexicano Carlos Slim ha acometido esta modificación para aumentar la liquidez disponible. Con ello, la compañía española da un paso más en la diversificación de su deuda. La medida ha implicado también el cambio de las entidades colocadoras. Inicialmente eligió a Bankia y Sabadell y ahora, con la ampliación del plan, ha nombrado al Banco Santander.
FCC ya había acudido al mercado irlandés en 2017, cuando su filial FCC Aqualia lanzó dos emisiones de bonos por un importe total de 1.350 millones en el marco de la refinanciación de la deuda del grupo.
La compañía que dirige Pablo Colio logró situar la deuda en 2.679 millones de euros al cierre de 2018, lo que supuso un recorte del 24,8 por ciento con respecto a 2017. Una rebaja que se sustentó en la venta del 49 por ciento de Aqualia a IFM por 1.024 millones de euros. De este modo, después de seis años, FCC ha anunciado que volverá a repartir dividendo, toda vez que el crecimiento de los resultados y la caída del endeudamiento han permitido situar el ratio de deuda sobre ebitda (resultado bruto de explotación) por debajo de cuatro veces, cumpliendo así con las exigencias de la banca acreedora. Pagará 0,4 euros brutos por acción a través del sistema de scrip dividend (los accionistas elegirán entre efectivo o acciones).