
ACS ha irrumpido en el mercado eléctrico con el lanzamiento de Eleia, una comercializadora de electricidad con la que aspira a convertirse en uno de los diez principales jugadores de España en seis años y plantar cara a Iberdrola, Endesa y Naturgy. La sociedad gestionará la electricidad generada por sus activos renovables, que ha concentrado en su filial Zero-E. El grupo mantiene en estudio dos opciones para generar valor en este negocio: una salida a bolsa, que en ningún caso será bajo la fórmula yieldco que utilizó hace unos años con Saeta Yield; o dar entrada a inversores cualificados. En ambos casos la desconsolidará de su balance, de forma que se quedará con alrededor del 49 por ciento del capital.
Una década después de perder la batalla para controlar Iberdrola, ACS entra en la comercialización de electricidad por la puerta grande que le confiere su cartera de activos renovables y la decidida apuesta por engordarla en los próximos años. A través de Eleia, el grupo que preside Florentino Pérez tiene el objetivo de alcanzar en 2025 los 100.000 clientes residenciales, 50.000 pymes y 100 grandes cuentas. Con estas cifras se convertiría en una de las diez mayores comercializadoras españolas. Además, a partir de 2021 pretende entrar en otros países con mercados eléctricos liberados. Así lo detallaron ayer los directivos de la compañía en el Investor Day 2019 que celebró con analistas e inversores en Madrid.
Las previsiones de ACS es que Eleia cerrará 2019 con una facturación de 95 millones de euros -actividad concentrada en pymes-, que elevará hasta los 626 millones en 2022 y multiplicará hasta los 1.200 millones en 2025. Asimismo, prevé alcanzar una rentabilidad por ebitda (resultado bruto de explotación) por encima del 6 por ciento, lo que implica un nivel superior al del mercado en la actualidad.
Estos ambiciosos objetivos se sustentan en el desarrollo de activos renovables por parte de su filial Zero-E, en la que agrupará casi todos los que tiene actualmente en cartera. A este respecto, la hoja de ruta de Eleia contempla que a final de este año gestionará la energía de 950 MW instalados y operación, un volumen que crecerá hasta los 2.200 MW en 2022 y hasta los 6.420 MW en 2025. Estos datos implican un crecimiento en seis años del 46,6 por ciento.
En la presentación a inversores, varios directivos de ACS, incluido el consejero delegado Marcelino Fernández Verdes, desgranaron los planes de futuro de su división de servicios industriales, en la que se incluye el área de renovables. La compañía comunicó hace dos semanas que había contratado a Goldman Sachs, Société Générale y Natixis para explorar una posible salida a bolsa de este negocio. Ayer admitió que esta es una posibilidad en estudio, pero incidió igualmente en que existe la opción de dar entrada a socios en Zero-E con participaciones significativas, según aseguran fuentes presentes en el encuentro a elEconomista. De hecho, a comienzos de marzo ya reconoció que buscaba inversores para desarrollar sus activos verdes.
En cualquier caso, ACS no contempla en este momento la creación de una yieldco tal y como hizo hace cuatro años con Saeta Yield. Esta modalidad implica el reparto de altísimos dividendos. El objetivo de la compañía pasa, sin embargo, por enfocar Zero-E en el crecimiento. Tanto que en el horizonte 2022 prevé alcanzar una capacidad instalada renovable de 4.500 MW, lo que le convertiría en uno de los mayores jugadores del mundo. En esta línea, no tiene en mente acometer desinversiones relevantes de activos individualmente este año.
10.000 millones industriales
ACS tiene una cartera de activos renovables en operación en la actualidad es de 367 MW. Para finales de 2019 espera elevar esta cifra hasta los 1.341 MW. De ellos, 914 MW serán fotovoltaicos, fundamentalmente en España, 150 MW termosolares, 397 MW eólicos y 20 MW hidroeléctricos. Adicionalmente, en 2020, prevé añadir 140 MW eólicos marinos en Escocia (50 MW) y en México (90 MW). Así, en dos años la cifra total alcanzaría los 1.481 MW. Además, Zero-E aglutina 445 kilómetros de líneas de transmisión eléctrica y desaladoras y plantas de tratamiento de agua con una capacidad de 286.000 metros cúbicos diarios.
En la actualidad, el 60 por ciento de la cartera renovable de ACS se concentra en España. Con el desarrollo de los activos ya adjudicados y la consecución de nuevos en los próximos años la compañía espera reducir ese porcentaje hasta alrededor del 50 por ciento. La firma también destacó la positiva gestión de los costes, de forma que en la actualidad alcanza los 600.000 euros por cada megavatio fotovoltaico, un precio sensiblemente inferior a lo habitual en el mercado.
En unos meses
Los directivos de ACS no dieron detalles sobre el valor de la filial de renovables. El mercado estima que podría alcanzar los 2.000 millones de euros, de modo que la participación que la constructora colocaría en el mercado ascendería al en torno de los 1.000 millones de euros. Tampoco aclaró el calendario de la operación, aunque será "en unos meses".
Mientras, ACS también detalló la hoja de ruta para la división global de servicios industriales, con un objetivo de ventas para 2019 de 6.600 millones de euros que crecería hasta los 10.000 millones en 2025. De este importe, 1.200 millones corresponderán a Eleia, 1.000 millones al desarrollo de los activos renovables y 500 millones a ventas en este negocio.