
ACS explora la posibilidad de sacar a bolsa su división de renovables y de infraestructuras del agua, en una operación que podría alcanzar un valor de 2.000 millones de euros. La operación, publicada este jueves por Bloomberg citando fuentes conocedoras, supondría una inyección para la compañía española para poder seguir creciendo en este negocio, señalado el pasado mes de marzo por el presidente Florentino Pérez como una de las grandes apuestas del grupo. Este planteamiento se produce apenas unos meses después de cerrar la venta de Saeta Yield a Brookfield y en un momento en el que existe un elevado apetito en el mercado por los activos verdes.
Hace poco más de un mes, durante la presentación de los resultados de 2018 ante analistas, la dirección de ACS reconoció la búsqueda de socios para crecer en la ejecución y explotación de proyectos de energías renovables a través de su filial Bow Power, de la que recientemente ha alcanzado el 100 por cien del capital, tras comprar el 49% a GIP. El grupo ha integrado esta sociedad en Cobra, que está liderada por José María Castillo Lacabex. El director general corporativo, Ángel García Altozano, señaló entonces que la firma irá "incorporando socios para que nos ayuden tanto en equity (capital) como deuda". Ahora, la multinacional española contempla otras opciones, como la salida a bolsa, que según Bloomberg se podría acometer en la primera mitad del año. No obstante, la agencia de noticias precisó que aún no hay ninguna decisión tomada.

ACS tiene en explotación y construcción en la actualidad activos renovables que suman 2.000 megavatios (MW). El grupo ya ha invertido 800 millones para su desarrollo y tendrá que aportar otros 800 millones durante los próximos meses. Con el salto al mercado podría obtener fondos para afrontar estas y otras inversiones. No en vano, la compañía que lidera el también presidente del Real Madrid tiene en el punto de mira proyectos en promoción con una capacidad de 10.800 MW (7.700 MW fotovoltaicos, 2.900 MW eólicos y 200 MW termosolares) en España, México, Perú, Chile, Uruguay, Brasil, Sudáfrica y Taiwán.
De los 2.000 MW que tiene en cartera actualmente, 1.235 MW corresponden a ocho instalaciones fotovoltaicas en España. Asimismo, cuenta con nueve parques eólicos (incluye marinos) en España, Reino Unido, México y Uruguay que suman 410 MW, y tres plantas termosolares en España, Estados Unidos y Sudáfrica, con 260 MW. Asimismo, ostenta una hidroeléctrica en Péru. Adicionalmente, explota y construye 7.310 kilómetros de líneas de transmisión en Brasil y Chile, nueve plantas de desalación y depuración en España, Dubai, Chile y Perú, donde también tiene un ciclo combinado de 223 MW y una planta de irrigación.
Vende dos activos
Aunque analiza distintas opciones, ACS recientemente ha colocado el cartel de venta a sus participaciones en dos instalaciones renovables. Se trata de la planta termosolar Manchasol-1, ubicada en Ciudad Real (España), y del parque eólico marino flotante Kinkardine, situado en las costas de Aberdeen, en Escocia. Con ello, el grupo tiene activos de energía renovable mantenidos para la venta por 765,7 millones de euros -contando líneas de transmisión y otros proyectos la cifra se eleva a 1.033 millones-.
En 2018, ACS selló la venta de los parques solares Guaimbe en Brasil. Ahora bien, la operación más relevante fue la desinversión en Saeta Yield en el marco de la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Brookfield. Tanto el grupo español como su socio en la firma, el fondo GIP, se desprendieron de sus participaciones, que sumaban el 48,22%. La operación valoró la yieldco en 995,23 millones de euros.
ACS transfirió el 24,1% que controlaba por unos 240 millones de euros, en un momento en el que se hallaba inmersa en la adquisición de Abertis junto con la italiana Atlantia.
ACS creó Saeta a comienzos de 2014 para segregar todos sus activos de generación de energía renovable y en 2015 la sacó a bolsa como la primera yieldco de Europa. Colocó en el mercado el 51% de su capital y vendió en paralelo al fondo GIP otro 24,4%.
Ahora, el grupo ACS podría replicar, con matices, la operación con sus activos renovables actuales, aunque por el momento el proceso se encuentra todavía en una fase de análisis.