
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, lanzó varios mensajes al futuro nuevo Gobierno en la Junta de Accionistas que celebró ayer la entidad, coincidiendo con el pistoletazo de salida de la campaña de las elecciones generales del próximo día 28. Botín reclamó a los partidos políticos "madurez" y "responsabilidad" para lograr un pacto que configure un Ejecutivo estable, sobre el que se pueda sostener el crecimiento de la economía. "Tras las elecciones necesitamos huir del cortoplacismo e impulsar una agenda reformista con visión de largo plazo", instó la presidenta del grupo cántabro.
A su juicio, el crecimiento inclusivo y la cohesión social solo serán posibles si las empresas invierten y crean empleo. Para atraer la inversión nacional e internacional al país, manifestó que es necesario solidez y estabilidad institucional.
Por otro lado, Botín, evidenció que hay que lograr un Gobierno fuerte para que España regrese a recuperar el protagonismo en la construcción de Europa. "Si queremos un país que funcione para todos, necesitamos una política económica que funcione. Sin crecimiento no hay inclusión, por eso me gustaría pedir a los políticos que hablen claro", remarcó.
Asimismo, abogó por fomentar un sistema de pensiones dignas, pero sostenibles en el tiempo. Finalmente, la presidenta del banco lamentó que en estas elecciones no cabe la posibilidad de que el presidente sea una mujer.
Fichaje "inaceptable"
Respecto al fichaje fallido de Andrea Orcel como consejero delegado del Banco Santander, Botín justificó que "sería inaceptable" para la entidad haber seguido adelante con la contratación, teniendo en cuenta los valores y la responsabilidad hacia los accionistas. Consideró que había poca justificación para "hacer frente al coste que habría supuesto contratar a una persona, aún del nivel del señor Orcel". La presidenta señaló que José Antonio Álvarez seguirá desempeñando la función de consejero delegado, además de vicepresidente del consejo. "Seguiremos trabajando todos juntos y con resultados tan positivos como los que hemos tenido durante los últimos años", sentenció al respecto.
El banco ha reforzado la comisión de nombramientos, integrando dentro de la misma el consejo coordinador, encabezado por el vicepresidente no ejecutivo del grupo Bruce Carnegie-Brown (precisamente, reelegido ayer en el cargo en la asamblea de la entidad) para evitar casos como el fallido fichaje. Con esta decisión, el banco pretender aportar un mayor control de las nuevas contrataciones.
El banquero Andrea Orcel contrató el mes pasado al despacho de abogados español De Carlos Remón, especializado en el área pena, para que le asesore sobre una posible demanda contra el Santander. De momento, las acciones legales aún no se han materializado, y el movimiento del italiano se vio en el sector como una tentativa para apretar en la negociación por su indemnización.
El italiano reclama más de 50 millones de euros al grupo español, cuantía que se quedó sin percibir como remuneración variable de UBS al anunciar su marcha del banco de inversión.