
Las TLTROs, las subastas de liquidez a la banca, se llevaron gran parte del protagonismo de la pasada reunión del Banco Central Europeo. Estas operaciones de financiación a largo plazo dejaron en segundo plano la postergación de la ansiada subida de tipos, sobre todo en países como España donde el sector bancario necesita como agua de mayo estos 'manguerazos' de liquidez con unas condiciones que la banca patria no logra en el mercado. Sin embargo, a pesar del anuncio, prácticamente todo sigue en el aire. Hasta que el BCE no dé a conocer las vicisitudes de estas operaciones no se podrá comprender su verdadero alcance, que puede variar sobremanera con pequeños cambios de sus parámetros.
Por ahora lo que se sabe es que la nueva serie de operaciones será trimestral y se llevará a cabo entre septiembre de 2019 y marzo de 2021, todas con vencimiento a dos años (en lugar de 4 años como las TLTRO-II).
En el marco de las TLTRO-III, los bancos podrán obtener financiación por un importe de hasta el 30% de sus préstamos computables a 28 de febrero de 2019 a un tipo indexado al aplicado en las operaciones principales de financiación durante la vida de cada operación. Ahora mismo, este tipo es del 0%. "Al igual que el programa actual de TLTRO, las TLTRO-III ofrecerán incentivos para que las condiciones crediticias sigan siendo favorables", señalaba el comunicado del BCE.
Nick Kounis, Aline Schuiling y Tomas Kinmonth, economistas de ABN Amro, comentan en una nota que primero sería importante saber si dentro de los préstamos computables se incluyen las hipotecas, que no fueron incluidas en las otras rondas de TLTRO, algo que parece bastante improbable. Otra cuestión imprescindible es si la liquidez viva (que no se haya devuelto) que se asignó en las otras rondas de este tipo se restará a la cantidad de dinero que los bancos puedan pedir en estas nuevas rondas.
Los analistas del banco holandés señalan que sin hipotecas y restando el dinero prestado en otras TLTROs la cantidad total que la banca de la Eurozona podría demandar sería de unos 900.000 millones de euros. Sin embargo hay grandes diferencias entre entidades. Los grandes perjudicados serían los bancos españoles e italianos que sólo podrían pedir entre 30.000 y 40.000 millones en las TLTRO-III. Lo peor de todo es que los bancos que sí tendrían el 'derecho' a demandar la mayor parte de esos 900.000 millones probablemente no lo harían porque no necesitan esa liquidez tanto como los periféricos.
Shweta Singh y Oliver Brennan, analistas de TS Lombard, coinciden en este punto: "Solo los bancos italianos coparon el 33% de los fondos de ofrecidos en la TLTRO-II, seguidos de los españoles que se llevaron el 23%. Estos bancos han superado el 80% de todo lo que pueden pedir prestado bajo este programa. De modo que su capacidad para pedir nueva financiación en la TLTRO-III podría ser muy limitada".
No se conoce el tipo exacto
Otro punto interesante que el BCE ha dejado en el aire es el tipo de interés que tendrán estas subastas. En las anteriores rondas se anunciaron incentivos adicionales para permitir que las entidades obtuvieran un tipo tan bajo como el de la facilidad de depósito (-0,4%). El mundo al revés: los bancos recibiendo dinero del BCE por pedirle prestada liquidez a largo plazo. La semana pasada, una vez más, el tipo principal de refinanciación (MRO por sus siglas en inglés) ha sido anunciado como el tipo clave. Sin embargo, "el BCE anunció que para las TLTRO-III se darán más detalles a su debido tiempo y, al igual que las anteriores TLTRO, TLTRO-III contará con incentivos incorporados que dependerán las condiciones financiera". El BCE aún podría poner el tipo más bajo para el programa TLTRO-III.
No obstante, muy relacionado con lo anterior es la "indexación 'variable' de estos préstamos al tipo principal de refinanciación", comentan los analistas de TS Lombard. Las tasa de las TLTRO-II se indexó de forma fija al MRO, es decir, desde el día que nacía el préstamo hasta el que moría, el tipo de referencia (sin contar los incentivos) para esa liquidez era el MRO que tenía el BCE el día de la subasta (un 0% en 2016). Ahora, este tipo puede variar durante la vida del préstamo, "lo que incrementa el riesgo de estos préstamos si el BCE eleva el tipo de refinanciación en algún momento".
La última pregunta sin respuesta es qué punto de referencia o nivel impondrá el BCE en lo que a concesión de crédito se refiere para que los bancos logren beneficiarse del tipo de interés más bajo posible. Más sencillo, cuánto deben incrementar el crédito a familias y empresas para que el stock total en balance permita a las entidades beneficiarse de la menor tasa. En las TLTRO-II, los bancos cuyos préstamos netos elegibles (concedidos a empresas y familias) en el período comprendido entre el 1 de febrero de 2016 y el 31 de enero de 2018 excedieron en un 2,5% cierto punto de referencia lograron un tipos de interés inferiores a la tasa de refinanciación o MRO.
"Se podría introducir un esquema similar para el programa TLTRO-III, pero uno debe tener en cuenta que la desaceleración del crecimiento económico afectará a la demanda de préstamos. Por lo tanto, lograr cualquier punto de referencia impuesto por el BCE será más difícil", concluyen los economistas de ABN Amro. No hay que olvidar que para conceder un préstamo se necesita el acuerdo de dos partes. Los bancos pueden ofrecer préstamos baratos, pero si familias y empresas no están dispuestas a endeudarse el crédito se estancará.