
Red Eléctrica ha puesto en marcha todas sus armas para tratar de aprobar la operación de compra del operador de satélites Hispasat cuanto antes. La compañía que preside Jordi Sevilla se reunió el pasado martes, 26 de febrero, con el presidente de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, José María Marín Quemada, para explicarle algunas de las últimas medidas adoptadas.
REE pretende evitar el control de la función novena de la CNMC para la operación de Hispasat, que elevará un 20% su nivel de endeudamiento, sin conseguir apenas sinergias, argumentando que la operación se realiza desde la corporación y, por lo tanto, no supone ningun riesgo para el negocio regulado de la compañía.
Consejo de Ministros
La intención del Gobierno, además, es aprobar cuanto antes la operación en el Consejo de Ministros, lo que podría producirse en las próximas dos semanas, pese a que requerirá un mayor número de autorizaciones de otras autoridades brasileñas y portuguesas que todavía no se han logrado y a las que parece que el Ejecutivo español no va a esperar.
Red Eléctrica ha presentado también esta pasada semana el inicio de la planificación de la red de transporte, una medida clave para su futuro por la reducción de ingresos que se espera que se produzca para la compañía en 2023.
La planificación tampoco podrá incrementar las inversiones a su aire puesto que la normativa limita el ritmo inversor gracias a un control que impuso en su día el Gobierno del PP ante las quejas existentes en el sector.
En esta nueva planificación deberá incluirse el polémico refuerzo del enlace con Marruecos que ha sido impulsado por la Comisión Europea, tal y como dejó entrever recientemente la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en un acto público.
La ministra ha enviado una carta al comisario de Energía, Miguel Arias Cañete, para pedirle a Bruselas que aumente las exigencias ambientales a nuestro país vecino. Al mismo tiempo, el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, envío también un requerimiento a la Comisión Nacional de Mercados y Competencia para que estudie qué medidas se pueden tomar para que la entrada de energía marroquí no produzca efectos dañinos a las empresas españolas.
Por el momento, se está pensando en un sistema que sirva -en función del mix de generación marroquí- para compensar por la energía que pase por nuestro país que no sea libre de emisiones de CO2, pero por el momento no hay decisiones al respecto.