
Diana Morato, consejera delegado de Deliveroo en España, abandona la compañía en plena batalla legal por el empleo de falsos autónomos y las sentencias judiciales por ello y actas en contra de la Inspección de Trabajo. Fuentes de la compañía han confirmado a este periódico que la directiva ha comunicado su decisión, anunciada anoche a la plantilla, para emprender nuevos proyectos profesionales. Morato, que llevaba en Deliveroo desde el inicio de la actividad en 2015, seguirá en su puesto, no obstante, hasta el mes de marzo.
Tal y como adelantó este periódico el pasado mes de diciembre, Deliveroo ha cambiado por tercera vez en menos de dos años las condiciones contractuales de sus repartidores con el objetivo de encontrar la fórmula que le permita tener trabajadores autónomos a su servicio.
Esta especie de ensayo-error le ha llevado a seguir los pasos de Glovo y adoptar el modelo de autónomo dependiente (TRADE) y reducir el control sobre los riders para tratar de evitar nuevas sanciones, después de que la Inspección de Trabajo de Valencia, Madrid y Barcelona confirmaran en el último año que sus repartidores "son falsos autónomos" y de que un juzgado de Valencia determinara en junio de 2018 que su modelo operativo esconde trabajadores dependientes.
La plataforma explicó en su momento que la actas y la sentencia hacían referencia "a los contratos antiguos" y que estos "ya se han cambiado". Una modificación unilateral que la inspección de Barcelona ha visto, sin embargo, como un "indicio de laboralidad".
El problema es que mientras que Deliveroo acumula sanciones por emplear falsos autónomos, su principal competencia en España, Glovo, ha salido bien parada de sus primeras inspecciones y análisis por parte de la justicia. En diciembre de 2015 la plataforma catalana recibió la visita de la Inspección de Trabajo de Barcelona que en junio de 2016 publicó las actas favorables a su modelo que se basa firmar contratos de autónomos dependientes con los repartidores
Relación laboral
El pasado septiembre, el juzgado de lo social de Madrid determinó que "no existe relación laboral" entre la plataforma Glovo y el trabajador que la denunció por despido improcedente y que las condiciones de trabajo respetan el modelo de TRADE.
Una sentencia que no está exenta de críticas. Por ejemplo, el abogado y profesor de universidad Adrián Todolí censura que la juez señale a la bicicleta como el principal medio de producción y no a la plataforma, que es la clave en la contratación y en el desarrollo de la actividad, tal y como determinó el Tribunal Superior de Justicia de la UE en el caso de Uber.