
El grupo belga de telecomunicaciones Proximus anunció ayer un plan de "transformación" digital que implicará la supresión de 1.900 empleos en los tres próximos años y la contratación de otros 1.250 trabajadores, de forma que la empresa y sus filiales perderán unos 650 puestos de trabajo.
"Además de las 1.250 contrataciones, la empresa se plantea también la posibilidad de reducir antes su personal a la altura de 1.900 colaboradores en los tres próximos años, en línea con la reducción del tiempo de trabajo", indicó el grupo en un comunicado.
Las supresiones de puestos de empleo, añadió Proximus en el comunicado, se hará como parte de la "concertación social y podrán ser adaptados", añadió la compañía, que invertirá en la "empleabilidad de los colaboradores que dejen la empresa".
La reestructuración que emprenderá Proximus prevé ahorrar a la compañía 240 millones para 2022. Tras conocerse el plan de la compañía, los sindicatos han presentado un aviso de huelga pero no han concretado aún los detalles.
El pasado octubre, Proximus anunció un alza del 1,4% de su beneficio bruto de explotación (ebitda) en el tercer trimestre del 2018, para alcanzar los 470 millones de euros frente a los 464 millones de hace un año.
En los primeros nueve meses del año, el beneficio bruto avanzó un 2,9%, hasta los 1.417 millones de euros, mientras que la facturación se mantuvo estable en el tercer trimestre (+0,1%) en 1.441 millones y avanzó un 0,8% en el acumulado de los tres primeros trimestres del ejercicio hasta los 4.336 millones de euros.