Empresas y finanzas

CaixaBank se prepara para mejorar un 35% su beneficio hasta 2021

  • El mercado espera que gane 2.800 millones, en la antesala de su plan estratégico

CaixaBank ha elegido la City londinense para presentar su nuevo plan estratégico. El banco que preside Jordi Gual dará a conocer mañana sus objetivos para los próximos tres años y los analistas ya le están marcando un listón en materia de beneficios: que roce los 2.800 millones; es decir, que los impulse aproximadamente un 35% respecto a los 2.070 millones que, de acuerdo con datos de FactSet, se espera que gane en 2018.

La entidad no ha querido anticipar cuáles serán sus líneas estratégicas, pero el mercado adelanta que entre sus pilares figurará mejorar la rentabilidad y la retribución al accionista. Sobre un nuevo posible salto de tamaño vía adquisiciones, en las últimas intervenciones públicas, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, ha sostenido que la entidad tendrá "un papel reactivo".

"No vamos a buscar activamente oportunidades de consolidación, pero, si surgen, nuestra obligación como gestores es analizarlas", apuntó en la presentación de resultados del tercer trimestre. CaixaBank ha sido muy activo en materia de adquisiciones en los últimos años. A lo largo de los últimos tres años, además de la del luso BPI, en la que ha invertido cerca de 1.000 millones, en 2015 absorbió Barclays.

A poco más de un mes del cierre del ejercicio, el banco el banco ha logrado alcanzar sus objetivos, que tuvo que moderar en 2017 ante el retraso de la subida de los tipos de interés. Entonces, redujo del 12-14 al 9-11 el guidance para su ROTE (retorno sobre del capital tangible). En los nueve primeros meses de 2018, este termómetro de rentabilidad se situó en el 9,4%; por lo que, aunque en la banda baja, CaixaBank habría cumplido con este compromiso para sus accionistas.

Una de las promesas que se han quedado pendientes, sin embargo, ha sido el reparto de un dividendo extraordinario en caso de exceso de capital. El banco, hace tres años, estableció que, si su ratio de capital CET1 Fully Loaded se colocaba por encima del 12%, repartiría un dividendo adicional. Aunque se espera que en 2018 se acerque a dicha cifra -el compromiso era que se mantuviera entre el 11% y el 12%-, no está previsto que dé ese paso.

Jefferies anticipa que a lo largo de los próximos tres años, si CaixaBank también incluye este compromiso en su nueva hoja de ruta, sí que cuente con capacidad para abonar un extraordinario. "En nuestro escenario base, esperamos que mantenga un dividendo equivalente al 50% del beneficio neto y no esperamos abonos adicionales. Pero con un CET1 Fully Loaded estimado del 13,1% en 2021, calculamos que tendría un colchón de 1.700 millones de euros sobre el nivel del 12% de capital de máxima calidad", apuntan estos analistas.

"Esto equivaldría a una rentabilidad por dividendo del 7,5% si se reparte en un único pago extraordinario", calculan. Jefferies anticipa que el banco español ofrecerá una rentabilidad por dividendo, sin tener en cuenta ningún extra, que equivaldría a una rentabilidad por dividendo del 6%. Unos cálculos que parece que comparte el consenso de analistas.

De acuerdo con el elaborado por FactSet, a los precios actuales en bolsa, la retribución que ofrece el banco española rondaría el seis por ciento para los años 2019, 2020 y saltaría hasta el 8% en 2021, con un dividendo por acción que se espera que crezca más de un 70 por ciento en tres ejercicios.

Generación de recursos

A finales de septiembre, CaixaBank anunció su salida de Repsol. La operación, que espera cerrar en el primer trimestre de 2019, le permite reducir por debajo del 3% el consumo de capital generado por sus participadas. Este nivel es mucho mejor al contemplado en su plan estratégico, ya que el compromiso era colocarlo por debajo del nivel del 10%.

Este movimiento, asimismo, ha impulsado las especulaciones sobre si el banco podría valorar nuevas ventas de cartera. Para CaixaBank, no obstante, la participación en Telefónica es muy importante por las elevadas sinergias tecnológicas que le ofrece su cercanía a la teleco. En este sentido, los analistas de Jefferies apuntan que no esperan que la ejecutiva del banco aporte pistas sobre nuevas posibles desinversiones; entre ellas, sobre una posible reducción de exposición a Erste.

La venta de Repsol ha concentrado al banco en finanzas. El 67% de su cartera ya está invertida en el sector financiero.

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