
El ejecutivo español Luis Miguel Gilpérez, expresidente de Telefónica España, se encuentra en la terna de candidatos para optar a presidir Telecom Italia. Según ha podido saber este periódico, de fuentes relacionadas con el operador transalpino, el directivo español forma parte de la short list (lista corta) de candidatos para liderar el nuevo rumbo de la compañía líder de las telecomunicaciones italianas. El hecho de no ser italiano, en un momento en el que la teleco parece preocuparse por su idiosincracia nacional, juega en contra del ejecutivo español. Por el contrario, el ahora consejero asesor de la consultora tecnológica Nae está mejor situado que sus rivales en cuanto a experiencia de gestión en multinacionales de las telecomunicaciones.
La decisión oficial será tomada por el Consejo de Administración del próximo domingo, 18 diciembre, fecha en la que está prevista una de las reuniones más trascendentes de los últimos años. Pero fue ayer cuando el Comité de Nombramiento y Retribuciones de TIM estudió las candidaturas para elegir el sucesor de Amos Genish, el consejero delegado de la compañía de telefonía al que el consejo de administración acaba de negarle su confianza.
Los favoritos para manejar la compañía que durante los últimos cinco años ha cambiado cuatro consejeros delegados (con un gasto de 31 millones en finiquitos) vuelven a ser dos italianos: Luigi Gubitosi y Alfredo Altavilla, ambos miembros del actual consejo de administración de TIM. Altavilla, según la prensa italiana, es el que tiene más posibilidad.
Gubitosi es comisario extraordinario, nombrado por el Gobierno, para la venta de la aerolínea Alitalia. Sin embargo, después de comenzar su carrera en el grupo Fiat, adquirió experiencia en el sector de las telecomunicaciones: de 2005 a 2011 fue consejero delegado de la operadora Wind, mientras que de 2012 a 2015 dirigió la televisión de Estado RAI.
Por el contrario, Altavilla realizó toda su carrera en el grupo Fiat hasta llegar a ser responsable para Europa del grupo FCA (Fiat-Chrysler) y su experiencia en el negocio del móvil se limita a la participación en el actual consejo de administración de TIM.
Según la prensa financiera italiana, ambos altos ejecutivos italianos tienen el respaldo del fondo norteamericano Elliot, que controla el consejo de administración de la teleco gracias también al apoyo del banco público CDP.
De momento, el Gobierno populista de Roma, partidario de un papel más importante del Estado en la economía, elude pronunciarse sobre el nombramiento, aunque Luigi Di Maio, vicepresidente y ministro de Trabajo - además de líder Movimiento 5 Estrellas, el principal partido de la mayoría de Gobierno -, indicó que "el objetivo es crear un actor nacional de las comunicaciones".
Los rumores filtrados por la prensa italiana indican que sobre la mesa del futuro consejero delegado de la teleco se encuentra la separación de la red telefónica y su posible fusión con Open Fiber, empresa de fibra óptica participada por Enel. La operadora podría busca alianzas con otros grupos de la comunicación transalpina, empezando por la cadena de televisión Mediaset.
Al contrario de lo que sucede con sus eventuales rivales en el puesto, Gilpérez atesora más de siete años de experiencia al frente de Telefónica España, precisamente en uno de los periodos más trascedentes desde el punto de vista estratégico y comercial. La apuesta por la fibra óptica y los servicios convergentes, abanderados por Gilpérez, obligó a cambiar las reglas del juego en el negocio español de las telecomunicaciones y sirvió de inspiración para otras grandes telecos del continente. Además, Gilpérez lideró el mercado brasileño en su calidad de máximo responsable de Vivo, el operador integrado de Telefónica en Brasil hasta su salto a España. La importancia de Brasil en el negocio de Telecom Italia resulta capital ya que el gigante latinoamericano es el motor de crecimiento y de los ingresos de la compañía transalpina.