
Ferrovial vuelve a la carga en el negocio aeroportuario de Estados Unidos. La compañía española ha puesto el foco en la próxima privatización del Aeropuerto Internacional San Luis-Lambert.
El grupo que dirigen Rafael del Pino e Íñigo Meirás está negociando la formación de un consorcio para pujar por la concesión de la infraestructura. El importe de la operación está pendiente de las condiciones definitivas, aunque podría aproximarse a los 2.000 millones de euros. Si no hay nuevos retrasos, el plazo estimado para presentar las ofertas es el próximo mes de enero y la elección de la propuesta se produciría a finales de 2019.
El Aeropuerto de San Luis-Lambert es el principal de la ciudad de San Luis, en el Estado de Missouri, en la región medio oeste de Estados Unidos. Opera diariamente alrededor de 300 vuelos a más de 80 destinos nacionales e internacionales. En 2017, registró un total de 193.439 operaciones, un 2,3% más que en 2016, y el número de pasajeros que utilizaron el aeropuerto alcanzó los 14,73 millones, un 6% más que los 13,9 millones de 2016.
Con la privatización, que aún requiere algunos permisos, las autoridades de San Luis pretenden obtener ingresos adicionales para financiar otras infraestructuras o rebajar impuestos. Se enmarcan, además, en la firme apuesta de la Administración Trump por utilizar fondos privados para financiar infraestructuras. No en vano, el Gobierno central propuso bonificaciones federales para aquellas ciudades o Estados que vendan o saquen a concesión activos como autopistas y aeropuertos.
Tras dos intentos de desembarcar en los aeropuertos de Nueva York
Ferrovial ya intentó en el último año hacerse con la concesión de otros dos aeropuertos. Se trata del John F. Kennedy International Airport, en la ciudad de Nueva York, y del de Westchester County Airport, en el Estado de Nueva York. El grupo español se quedó, sin embargo, a las puertas en ambos procesos. En el primer caso se impuso el consorcio JFK Millennium Partners , integrado por Vantage Airport Group and its partner, RXR Realty. En el segundo, un pequeño aeropuerto situado a 53 de Manhattan cuya actividad principal se centra en vuelos ejecutivos, recayó en MIC Airports, la firma de inversión de la australiana Macquarie Infraestructure Corporation que opera distintos aeródromos en Estados Unidos. Para este último, el grupo español se alió con la neoyorquina Star America.
Tanto en el proceso del JFK como en el de Westchester Ferrovial se enfrentó a Oaktree Capital Management. De hecho, esta firma figura también como uno de los potenciales interesados en el proceso del a Aeropuerto de San Luis-Lambert.
Ferrovial quiere ampliar sus actividades en el mercado estadounidense, donde tiene una destacada presencia en construcción y concesiones. En el ámbito aeroportuario, no obstante, el grupo español se adjudicó hace dos años el contrato para desarrollar el proyecto 'Great Hall', cuyo objeto es la remodelación y mejora de la terminal principal del Aeropuerto Internacional de Denver. Para este proyecto se alió con la firma local Saunders y JLC, un fondo de inversión creado por Loop Capital y Magic Johnson Enterprises.