
Tesla ha presentado al cierre de este miércoles sus resultados empresariales del tercer trimestre del año, en los que destaca que logró un beneficio neto de 312 millones de dólares. Los inversores han celebrado esta histórica noticia para la compañía, que sólo había logrado otro trimestre en positivo en su década de historia, llevando las acciones por encima del 7% de subida en el after-hours.
El documento de resultados apunta además a que la compañía promedió la fabricación de 4.300 unidades de su Model 3 a la semana, por debajo de los 5.000 que los expertos auguraban para que la producción de beneficios sea constante. Además, creen que la producción aumentará más en el cuarto trimestre, y mantienen su previsión de fabricar 100.000 unidades entre Model S y Model X en el cómputo total del año.
Sus beneficios por acción han ascendido a 2,9 dólares, mientras que los ingresos ascendieron a 6.800 millones de dólares, por encima de los 6.330 millones previstos por los analistas. El flujo de caja fue de 881 millones de dólares.
Además, han anunciado que en 2019 irán llevándose parte de la producción de los Model 3 a China, pero para vehículos que serán sólo vendidos en aquel país.
En la sesión bursátil ordinaria, Tesla acabó cayendo un 1,85% a pesar de haber transcurrido la mitad de la jornada en verde. La fuerte caída de los principales índices, especialmente el Nasdaq, en los últimos compases de la sesión favoreció que la automovilística cayera hasta los 288,7 dólares por acción.