Íñigo de la Serna (Bilbao, 1971), el que fuera último ministro de Fomento de la etapa de Mariano Rajoy al frente del Gobierno, ha decidido retomar su actividad profesional en el sector privado como socio de la empresa de cazatalentos Seeliger y Conde.
No será su primera experiencia fuera del ámbito político, ya que en sus inicios laborales prestó sus servicios a la constructora Apia XXI. De la Serna, de formación ingeniero de caminos, cesó en la función pública el pasado 7 de junio, tras la polémica moción de censura que resultó en la salida del Ejecutivo del PP y la elección de Pedro Sánchez como presidente de Gobierno. En su currículum político también figura un período como alcalde de Santander, además de la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias y del Consejo de Municipios y Regiones de Europa.
Se incorpora ahora a una firma con casi 30 años de singladura, que ocupa una posición destacada entre las empresas dedicadas al descubrimiento de talento y liderazgo. Fundada en 1990, su actividad se dirige a la búsqueda de directivos capaces de llevar el peso de las compañías españolas. Su oferta incluye desde servicios de consultoría y coaching ejecutivo, a la integración laboral de personas discapacitadas.
El ex titular de Fomento se suma a otros 12 socios que conforman la cúpula de Seelinger y Conde, a cuya cabeza se sitúa el economista y empresario Luis Conde, que tiene desde hace años una cercana relación con De la Serna.