El consejo de administración de Cepsa acaba de aprobar su salida a bolsa de cara al cuarto trimestre de este año. La petrolera, propiedad de Mubadala Investments, el fondo soberano de Abu Dabi, acaba de registrar en la CNMV el documento en el que muestra su intención de sacar al mercado el 25% del capital.
La petrolera tiene intención de negociar sus valores en Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia. La vuelta a la bolsa consistirá en una oferta de venta a inversores cualificados internacionales, así como a ciertos empleados de la sociedad y sus filiales.
Según el vicepresidente de la compañía, Pedro Miró, "el anuncio de hoy marca un hito importante en la historia de Cepsa. Desde la adquisición en 2011 del 100% del capital de la sociedad por nuestro actual accionista hemos crecido con su apoyo para convertirnos en una compañía energética global, con presencia en más de 20 países y con una cartera más diversificada. Hoy podemos mirar hacia delante a un futuro brillante. Tenemos un plan estratégico hasta 2030 con el objetivo de fortalecer nuestro negocio internacionalmente".
Las acciones ofrecidas para el tramo de empleados representarán el 0,20% del total. Se espera que el free float de la compañía se sitúe en el 25% sin tener en cuenta posibles sobre-adjudicaciones, cumpliendo así el nivel mínimo requerido por la CNMV. La valoración de este porcentaje rondará los 2.500-3.000 millones de euros, una cifra que la convertiría en la mayor salida a bolsa de una petrolera en una década, según las cifras recopiladas por Bloomberg.
Descuento del 10% frente al sector
Teniendo en cuenta los multiplicadores de beneficio que tiene ahora el sector, y considerando los 743 millones de euros de beneficios que alcanzó Cepsa en 2017, y de donde provinieron (un 70% de esta cantidad se generó por el negocio de la refinería, y el 30% restante en otros negocios como la exploración y producción, o el de la química), la valoración de Cepsa está en torno a los 11.110 millones de euros, un 39% por encima de los 8.000 millones en los que se valoró la compañía hace siete años, cuando dejó la bolsa en 2011.
Según publicó Bloomberg la semana pasada, citando fuentes conocedoras de la operación, la salida a bolsa apuntaba a hacerse con una valoración cercana a los 10.000 millones de euros para la totalidad de la empresa, lo que supondría un descuento cercano al 10% frente a las valoraciones del sector petrolero en este momento.
El momento para llevar a cabo la operación parece propicio teniendo en cuenta las buenas recomendaciones que aparecen en la industria del petróleo de forma general: de las 33 compañías europeas que cotizan en bolsa, con al menos cinco analistas siguiéndolas, según FactSet, y por lo menos con 1.000 millones de euros en capitalización, más de la mitad, 18, reciben la recomendación de compra. Diez cuentan con un mantener para el consenso de mercado, y tan sólo cinco son una venta.
Todo ello se enmarca en un escenario de recuperación de los precios del petróleo. Después de que el crudo empezase a caer en 2014, y marcase mínimos en febrero de 2016 por debajo de 30 dólares, el barril Brent ha recuperado una gran parte de lo perdido, y los frutos de esta subida los están recogiendo las firmas petroleras en bolsa.
Cepsa, con casi 90 años de historia, es propiedad del inversor estatal de Abu Dabi, Mubadala después de que en 2011 comprase el capital que aún no controlaba a la petrolera francesa Total, retirándola posteriormente del parqué español.