Empresas y finanzas

Petrobras acepta cambiar contratos tras diez años en Bolivia

La Paz, 29 oct (EFECOM).- La petrolera brasileña Petrobras, que hace dos semanas cumplió diez años de actividad en Bolivia, aceptó hoy firmar nuevos contratos en los términos de la nacionalización decretada por el presidente Evo Morales, condición indispensable para seguir operando en este país.

Petrobras es una de las diez multinacionales que, entre el viernes y la madrugada del domingo, suscribieron nuevos acuerdos con el gobierno de La Paz, al terminar el plazo fijado en el decreto nacionalizador del 1 de mayo pasado.

Los presidentes de Petrobras-Bolivia, José Fernando de Freitas, y de Petrobras Energía, Gonzalo Villegas, firmaron sus los contratos de exploración y explotación con la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

La compañía brasileña comenzó actividades en Bolivia el 10 de octubre de 1996.

En 1974 los presidentes Hugo Banzer, de Bolivia, y Ernesto Geisel, de Brasil, acordaron la venta de gas al segundo país, pero el proyecto fracasó, y lo mismo les ocurrió una década después al gobernante boliviano Hernán Siles y al brasileño Joao Baptista de Figueiredo.

En noviembre de 1991, directores de Petrobras acometieron con más interés su vinculación energética a Bolivia y, junto con empresarios de Sao Paulo que representaban a empresas que producen el 50 por ciento del PIB de Brasil, llegaron a La Paz en veinte aviones ejecutivos.

Acordaron la venta del gas boliviano a Sao Paulo y un contrato que tuvo varias versiones en 1993, 1994 y 1995, y una definitiva en 1998, que entró en vigor un año después por 20 años.

Se construyó un gasoducto de 3.069 kilómetros de longitud, entre la localidad boliviana de Río Grande y las ciudades brasileña de Sao Paulo y Porto Alegre, con una inversión de 2.015 millones de dólares, 1.580 millones en el lado brasileño y 435 millones en el boliviano.

Cuando se comenzó el gasoducto, las reservas de gas en Bolivia eran de 4,5 billones de pies cúbicos, pero las inversiones de las multinacionales permitieron el descubrimiento de nuevos campos, hasta 48,7 billones de pies cúbicos, suficientes para cubrir los compromisos de exportación y la demanda interna.

Desde 1996 Petrobras asegura haber invertido 1.000 millones de dólares por sí sola y 500 millones más en sociedad con otras empresas, como la hispano-argentina Repsol YPF.

Petrobras, Andina (filial de Repsol) y la francesa TotalFinaElf son socias en los principales campos de gas boliviano, "San Alberto" y "San Antonio", que producen el 70 por ciento del gas que se exporta desde Bolivia a Brasil.

El 1 de mayo pasado, Morales nacionalizó la filial Petrobras Bolivia Refinación, que controla las refinerías de petróleo más grandes del país, "Guillermo Elder Bell", en Santa Cruz, y "Gualberto Villarroel", en Cochabamba.

Esas refinerías habían sido compradas al Estado en 1999 por Petrobras y la argentina Pérez-Companc por 102 millones de dólares.

En mayo, cuando se dictó la nacionalización, Petrobras reaccionó sorprendida por la medida, que fue acompañada por la ocupación militar de los campos y las refinerías que opera, más vigilancia policial de sus oficinas en Santa Cruz.

Luego la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y Petrobras comenzaron a negociar cómo pagará la primera el control de la mayoría de las acciones de las refinerías, algo aún pendiente.

El ministro boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, admitió esta madrugada que concretar el control de las refinerías, así como de otras cuatro empresas nacionalizadas, es uno de los aspectos que aún están por resolver en la negociación con las multinacionales.

Petrobras y Bolivia tampoco han terminado las negociaciones sobre el precio del gas exportado a Brasil, que Morales quiere aumentar.

La controversia sobre las refinerías, que llegó a una confrontación entre los gobiernos de La Paz y Brasilia, derivó el 15 de septiembre pasado en la dimisión del anterior ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, el inspirador de la nacionalización decretada por Morales.

Soliz fue reemplazado ese día por Villegas, que al frente de un equipo técnico logró finalmente anoche cerrar con Petrobras el acuerdo para que continúe sus operaciones en Bolivia. EFECOM

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