Fran Chuan es un versátil empresario especializado en el campo de la innovación y la tecnología. Se define como emprendedor, autor, profesor y conferenciante. Chuan ha desarrollado su vida laboral en múltiples áreas profesionales hasta en una veintena de países.
¿Qué opina del actual estado del emprendimiento y la innovación en España?
Los latinos somos personas altamente creativas, por tanto, debiéramos movernos estupendamente bien tanto en la emprendeduría como en la innovación. Por otro lado, la innovación debería ser consecuencia de la curiosidad y de la creatividad, que, por cierto, son innatas en todo ser humano y no las perdemos nunca. Sin embargo, este aspecto tiene una losa enorme, que es la confusión que tenemos en concretar qué es exactamente. Pero en realidad es la consecuencia de la actitud de las personas. Por lo que debemos centrarnos en desaprender hábitos que estimulan prejuicios limitadores de la curiosidad y la creatividad innata.
Ha trabajado en el extranjero, ¿qué innovaciones de fuera potenciaría en España?
Mejoraríamos muchísimo los resultados si fuéramos capaces de incorporar dos aspectos que envidio de algunos de los países en los que he vivido. Por un lado, el poder de la pregunta abierta y la escucha activa. Es maravilloso el disfrute de una conversación donde las personas están dispuestas a escuchar las reflexiones de los demás y dejar que estos pensamientos puedan llegar a modificar las conclusiones que tenían previamente. El otro aspecto es el sentido de comunidad. Me fascina ver en países centroeuropeos o nórdicos la fuerza que tiene esa sensación de colectividad.
¿Cómo se lleva la teoría a la práctica, qué medidas debe adoptar la empresa para innovar sus equipos?
Una de las herramientas de la innovación es la fragmentación. El hacer pequeñísimas lonchas de esa idea innovadora que hemos definido. Y si las lonchas, a las que llamamos experimentos, son muy pequeñas, el riesgo asumido en caso de que no se obtenga el resultado esperado debiera ser muy reducido también. Por tanto vamos aprendiendo a experimentar rápido, pequeño y aprender ágilmente y a compartir el resultado, haya sido el que haya sido.
¿Qué retos debemos afrontar de cara al futuro próximo?
El futuro no podemos predecirlo con exactitud, pero sí que podemos intuirlo con bastante claridad. Es lo que llamamos observar tendencias. Para mí el gran reto es la modificación de la educación. El sistema educativo, basado en contenidos es, en muchos casos, absolutamente irrelevante. Deberíamos ir hacia un modelo educativo donde los profesores tuvieran todo el apoyo para convertirse en buenos conocedores de la emprendeduría, la transformación digital, etc.
En su último libro habla del liderazgo, ¿qué importancia tienen en la innovación empresarial?
Solamente un líder auténtico, que sea ejemplo por la coherencia entre lo que piensa, dice, y hace es capaz de impulsar la autenticidad en todos los demás.
¿Sobre qué proyecto está trabajando en la actualidad?
Ahora mismo pretendo proyectarme como conferenciante internacional y poder inspirar a las personas para fomentar la innovación. También estoy inmerso es en la preparación de los seis libros de la saga que he empezado a crear con Innovación 2.0 y el recientemente publicado Autenticidad.