
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) solicitó este viernes a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que estudie la posible ilegalidad del "abusivo" cobro de equipaje de mano que aplicará Ryanair a partir de noviembre. Facua (Consumidores en Acción), por su parte critica por "intentar sufragar el coste de la huelga" cobrando por el equipaje de mano y pide al gobierno que "tome medidas" para frenar el cobro que realizan las aerolíneas por este concepto.
La OCU lo hace mediante una carta enviada a la agencia dependiente del Ministerio de Fomento para que investigue si la aerolínea esta incumpliendo el articulo 97 de la Ley de Navegación Aérea, la cual recoge que "el transportista estará obligado a transportar juntamente con los viajeros, y dentro del precio del billete, el equipaje con los límites de peso, independientemente del número de bultos, y volumen que fijen los Reglamentos. El exceso será objeto de estipulación especial".
Este este cargo adicional decidido por Ryanair "incumple la normativa en vigor aplicable, es contrario a las buenas prácticas y totalmente abusiva para los derechos de los consumidores", concluye la OCU.
Facua lo denuncia mediante un comunicado piensa que esta medida tomada por Ryanair es una "estrategia de la compañía para que sean al final los consumidores los que sufraguen el coste de los reiterados paros de sus trabajadores" al igual que piensa la OCU. Y no nuevo cambio en su política de equipajes "para eliminar retrasos en embarques y vuelos" como ha afirmado la compañía.
En esta línea, Facua ha reprochado que las medidas adoptadas por Ryanair con este objetivo sean gravar más a los usuarios en lugar de contratar más personal que agilice los embarques. Aparte están "devaluando prestaciones" para vender como extras cuestiones tan básicas como poder sentarse al lado del acompañante o llevar un equipaje de mano de tamaño razonable a bordo
Las nuevas medidas de cobro de segundo equipaje entrará en vigor a partir del 1 de noviembre de 2018 y para las reservas realizadas después del 1 de septiembre de 2018. Sin embargo, Ryanair cobrará este coste incluso a los pasajeros que hayan reservado sus vuelos con anterioridad al 1 de septiembre pero que viajen después del comienzo del mes de noviembre.