
Tesla sigue siendo pasto de los contratiempos. Mientras el fabricante de coches eléctricos continúa a la espera de sopesar un plan sobre la posible privatización de la compañía, sus proveedores están preocupados por el esfuerzo financiero que ha supuesto para la de Palo Alto, California, lograr su objetivo de producir 5.000 Modelo 3 a la semana.
Según adelantó TheWall Street Journal, que tuvo acceso a un sondeo realizado por una importante asociación de proveedores automovilísticos, 18 de los 22 que respondieron calificaron a Tesla como un riesgo financiero para sus compañías. Paralelamente, el rotativo indicó que la firma de Elon Musk ha intentado aplazar pagos y en algunos casos no ha costeado los servicios provistos por algunos de estos proveedores.
Aun así, Tesla ha mejorado el pago a tiempo a sus proveedores relacionados con la producción de sus vehículos hasta un 95% desde el 90% registrado el año pasado. En el caso de los proveedores no relacionados con estas tareas, los pagos a tiempo disminuyen hasta el 80%.
Por su parte, el portal Business Insider indicó ayer que documentos internos del fabricante de coches eléctricos muestran cómo Tesla tuvo que rehacer tareas en al menos 4.300 unidades de las 5.000 unidades del Modelo 3 fabricadas la última semana de junio, antes de lograr su ansiada meta. El informe señaló que dicha actividad requirió al menos 37 minutos por vehículo.
Por otro lado, Morgan Stanley frenó ayer la cobertura de Tesla, un movimiento similar al ya realizado por Goldman Sachs, que hace indicar que el banco está llevando algún tipo de negociación directa con la empresa. Musk dijo la semana pasada que Goldman y Silver Lake eran parte de los consejeros encargados de diseñar su plan para llevar a cabo la compra apalancada del fabricante, que se postularía como la más grande de la historia.
El inversor de Tesla, Ross Gerber, sugirió durante una intervención en la CNBC que la compañía debería llamar a la puerta de Apple como posible interesado en participar en la posible privatización de la compañía. "En el pasado, Apple y Tesla probablemente no se habrían llevado bien porque Musk no necesitaba a Apple, pero ahora está claro que necesita ayuda", dijo este accionista del fabricante de coches eléctricos.