Elon Musk continúa en el foco de atención. El fundador y consejero delegado de Tesla ahora ha decidido cerrar su cuenta de Instagram, en la que tenía más de 8,2 millones de seguidores. Se trata de la última decisión desconcertante de Musk y, según Business Insider, la primera después de un extraño encontronazo con su exnovia Grimes y la rapera Azealia Banks.
La historia se remonta a mediados de agosto cuando Banks aseguró en su Instagram que había estado el fin de semana en la casa del directivo y había visto a la entonces novia de Musk consolándolo. ¿Por qué? La rapera detalló que vio al CEO de Tesla en la cocina "buscando a inversores" después de haber tuiteado la semana anterior que tenía "fondos asegurados" para su plan de excluir a la empresa de la bolsa.
Shareholders could either to sell at 420 or hold shares & go private
— Elon Musk (@elonmusk) 7 de agosto de 2018
La extraña historia no terminaría ahí. El lunes, Banks etiquetó a Musk en una historia de Instagram, escribiendo "necesitas contactarme lo antes posible", seguido por "necesito mi teléfono ahora". Según explicó la periodista Cheddar Hope King, los abogados de Musk habrían pagado por el móvil de la artista en el que habría ciertas evidencias de lo sucedido.
You up?
— Hope King (@lisahopeking) 21 de agosto de 2018
Latest from Ms. Banks pic.twitter.com/PA92P8h512
Al margen de este suceso, Musk y su novia Grimes también se han dejado de seguir recientemente en Instagram, y Musk dejó de seguir a Grimes en Twitter, lo que ha provocado rumores de que su relación podría haber terminado.
Lo cierto es que Musk no hace un uso muy responsable de las redes sociales. A principios de verano, el fundador de Tesla se vio obligado a disculparse tras sus polémicas declaraciones sobre Vern Unsworth, el buzo y espeleólogo británico clave en el rescate de los 12 niños atrapados en una cueva de Tailandia.
En particular, tuvo que pedir perdón en Twitter después de haberle llamado "pedófilo". Confesó que que actuó enfadado después de que el rescatistas dijera que la ayuda de Musk era un "truco publicitario" y que podía "meter su submarino por donde le duela".