Empresas y finanzas

Asturias pide que el cierre de las centrales de carbón sea ordenado, justo y equilibrado

  • Organizada por elEconomista, el Gobierno del Principado de Asturias a través del IDEPA y en colaboración con Thyssenkrupp
Foto: Archivo
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Asturias pide un cierre de las centrales de carbón ordenado y justo. El consejero de Empleo, Industria y Turismo del Principado, Isaac Pola, reclamó en vísperas del encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Asturias, Javier Fernández, una transición ordenada.

Pola, en línea con los anuncios realizados por el Gobierno de que se tomarán las medidas necesarias para afrontar un proceso de cierre que sea justo con las regiones que todavía mantienen una dependencia de las centrales térmicas, consideró que es el momento de colaborar para conseguir convertir un riesgo en una oportunidad.

La jornada organizada por elEconomista y el Gobierno del Principado de Asturias a través del IDEPA, en colaboración con la multinacional thyssenkrupp sirvió para destacar el papel de Asturias como una región de vocación y corazón industrial y energético que pretende mantener el liderazgo a través de la tecnología.

"En la transacción energética, no se discuten los objetivos, ni el punto final del proceso, si no el camino a seguir, que necesariamente debe estar adaptado a la realidad de cada uno de los territorio y debe ser justo y equilibrado en lo ambiental, en lo social, en lo económico y en lo técnico. Nosotros procuraremos colaborar con todos para la consecución de una transición ordenada que en lugar de un riesgo sea una oportunidad", recalcó Pola.

En la transición energética no se discuten los objetivos sino el camino

Javier Sáenz de Jubera, consejero director general de EDP España, indicó que "no nos gustan los monocultivos. Creemos en un mix diversificado". El ejecutivo de la principal eléctrica asturiana explicó que tiene asumido el cierre de Aboño 1 para 2020, que se sumará a los 6.000 MW adicionales que no han realizado las inversiones necesarias en desnitrificación, pero añadió que espera que las centrales de Aboño 2 y Soto de Ribera puedan llegar a 2030 en funcionamiento porque han realizado las inversiones necesarias marcadas por la Comisión Europea.

Sáenz de Jubera explicó además que España necesita eliminar trabas al autoconsumo, que no sólo se limitan al conocido como impuesto al sol, sino también a las regulacones de las 17 autonomías o las exigencias de instalar un segundo contador. En este aspecto, Manuel Sánchez, director general de Negocio de Redes de Viesgo, sostiene que las redes necesitarán una mayor inversión para poder hacer frente a los retos de operación que supondrá una mayor generación distribuida, el proceso de digitalización y la descarbonización.

Sabino García, presidente del Grupo TSK, fue incluso más allá y lanzó una pregunta al nuevo Gobierno: ¿si se cierran los 10.000 MW de carbón con que se sustituirán?.

"Debe hacerse consensuando con todos los agentes sociales y encontrando alternativas a la destrucción de puestos de trabajo. Los asturianos no podemos permitir una nueva reestructuración industrial"

"Para el año 2050 el 90% de las energías serán renovables y para eso solo hace falta aumentar la capacidad de almacenamiento. Como se puede comprender, las centrales de carbón, nucleares y más tarde la de gas tendrán que ir desapareciendo, es el futuro, pero a largo plazo. El cierre no se puede plantear como algo inmediato". Así, García defendió que "es algo que debe hacerse consensuando con todos los agentes sociales y encontrando alternativas a la destrucción de puestos de trabajo. Los asturianos no podemos permitir una nueva reestructuración industrial".

Lukas Lüke, jefe de Producto de Almacenamiento de Energía e Hidrógeno de thyssenkrupp, defendió el papel del almacenamiento mediante una tecnología conocida desde hace cien años como la electrolisis pero que no ha sido llevada al terreno industrial hasta el momento, un objetivo en el que están ya trabajando desde su compañía y que ya ofrece soluciones a gran escala y de forma más modular con productos de 5 y 20 MW.

Además de las plantas de electrólisis de agua para producción de hidrógeno con energía renovable, Reinhold Achatz, vicepresidente de Tecnología, Innovación y Sostenibilidad de thyssenkrupp, destacó su "tecnología modular para separación de CO2 de las emisiones industriales, por ejemplo en la producción de cemento".

ArcelorMittal dice que la transición no puede olvidar el 20% del PIB industrial para 2020

Achatz apuntó así hacia el uso de energías renovables, la descarbonización y el almacenamiento como los factores clave para "lograr los ambiciosos objetivos que establece el acuerdo de París" y que considera "asumibles por la industria siempre que se trate de una transición suave". "El uso de energías renovables para la generación de electricidad por sí sola no representa un sistema realmente inteligente. Nuestra visión en thyssenkrupp es un sistema con renovables que incluya el CO2 de plantas industriales como recurso para la producción de productos químicos valiosos. El hidrógeno verde estará en el centro de este concepto", concretó el directivo.

Jaime Borrell, director de Desarrollo de negocio de Alstom España coincide en la importancia del hidrógeno, en este caso "para las línas de ferroviarias no electrificadas, donde no hay mucho tráfico, pero son las más contaminantes". Así, el directivo considera que "la producción de hidrógeno es una buena forma de almacenar el exceso de energia" y destacó que "mientras en Alemania sobra el hidrógeno y lo utilizamos, en España tenemos la gallina y nos falta el huevo". ade energía.

Mariano Andrés Martínez, jefe de Vigilancia Tecnológica en Adif puso sobre la mesa el elevado coste de esta transición energética. En el caso del negocio de las infraestructuras ferroviarias "electrificar es caro y mantenerlo lo es mucho más. Este es el gran problema del ferrocarril actual. Si queremos un red completa tenemos que estar dispuestos a asumir inversiones muy altas y a hablar del muy largo plazo".

Esther Alonso, responsable de Energía y Medioambiente de ArcelorMittal, destacó el papel del acero, que se encuentra "en el centro de la transción energética con aplicaciones el los sectores de automoción, renovables y construcción". La directiva puso sobre la mesa también el elevado coste de la energía en España, lo que daña la competitividad de la industria. "España tiene el dudoso honor de ser uno de los países con la energía más cara de Europa, concretamente un 30% más que los vecinos centroeuropeos", destacó Alonso, que cree "vital", que en los avances de la transición energética no se deje de lado el objetivo de alcanzar un 20% del PIB industrial para el año 2020.

Francisco Javier Rubio, director de ingeniería de IMASA, mostró los avances del ciclo higroscópico que permite refrigerar las centrales al tiempo que incrementa en un 2,5 por ciernto la eficiencia de las plantas a plena carga pese a las olas de calor y reduciendo el uso de agua.

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