
Dimas Gimeno, destituido como presidente de El Corte Inglés el pasado 14 de junio por el consejo de administración, no está dispuesto a enterrar el hacha de guerra. Tras las amenazas públicas contra la compañía y los miembros del máximo órgano ejecutivo, Gimeno tiene previsto acudir este miércoles al consejo de administración y reclamar un puesto de trabajo como ejecutivo de la compañía, algo que la empresa no parece dispuesta a darle bajo ningún concepto.
En la carta que remitió tras su cese a la plantilla, y que firmaba como Vuestro presidente, pese a que este puesto lo ocupa ya Jesús Nuño de la Rosa, Gimeno aseguraba ya que iba a seguir plantando cara a las decisiones adoptadas. "Vuestro apoyo me empuja aún más a luchar por preservar la voluntad de las familias que creamos El Corte Inglés", sentenciaba, dando así a entender ya que no acataba su cese.
De hecho, y con motivo de la impugnación del consejo en que se aprobó su salida, ha ido incluso más allá y en declaraciones públicas ha llegado a advertir de que "no habrá paz" mientras no se lleven a cabo, según dice, sus propuestas. "Me siento el presidente de El Corte Inglés", ha llegado a decir, en un claro desafío a los órganos de dirección de la compañía. En una entrevista con los medios del grupo Prensa Ibérica el pasado fin de semana, la madre de Gimeno, María Antonia Álvarez, que ha demandado a Marta y Cristina Álvarez Guil, las hijas de Isidoro Álvarez, reconoció ya, sin embargo, que lo que Gimeno quería era un puesto ejecutivo. Fuentes próximas a Gimeno negaron el martes, sin embargo, que esté pidiendo nada en este sentido.
En cualquier caso, en El Corte Inglés entienden que Dimas Gimeno forma ya parte del pasado y prefieren mirar hacia el futuro, a la espera únicamente de su expulsión del consejo el próximo mes de agosto tras la junta de accionistas.
Un plan de futuro
El nuevo presidente de El Corte Inglés, Jesús Nuño de la Rosa, tiene previsto, por otro lado, presentar este miércoles las líneas maestras de la gestión que quiere llevar a cabo. Y tal y como informó elEconomista el pasado lunes uno de sus objetivos principales pasa por ajustar la gestión de la empresa al de una firma cotizada.
En esa línea, se recuperará la comisión ejecutiva, se impulsará la de auditoría y, previsiblemente también, se creará una de Nombramientos y Retribuciones. Todo ello, además, de reforzar también la transparencia del grupo. Aunque en este momento no está sobre la mesa, Nuño de la Rosa es consciente de que el contrato firmado con el inversor catarí Al Thani le obliga a tener la compañía preparada para una salida a bolsa, algo que el multimillonario árabe podrá exigir a partir de 2020. De momento, ha planteado crear ya una comisión para ello.