
El presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, y el inversor catarí Al Thani, que se hará el próximo mes de julio hasta con un 12,25% del capital, no son los únicos que quieren sacar a bolsa al gigante de los grandes almacenes. Corporación Ceslar, la sociedad patrimonial de la familia Areces Galán, que tiene un 9% de la empresa y que fue expulsada del consejo de administración en 2015, precisamente a raíz de la entrada del multimillonario árabe, apoya también la operación.
Entre todos podrían llegar a sumar cerca de un 30% del capital, a la espera también de lo que decida otra sociedad, Cartera Mancor, la firma patrimonial de la familia García Peña, que tiene otro 7% de las acciones y que, según las fuentes consultadas, no ve tampoco con malos ojos la operación.
En el entorno del grupo se ha especulado en las últimas semanas con que, a falta de otra salida, Ceslar podría poner a la venta su paquete accionarial, pero fuentes próximas a la firma lo niegan. "Eso es algo que los actuales estatutos dificultan mucho, sobre todo porque si no se vende a otro accionista, el precio lo establece un perito independiente", aseguran estas fuentes. Para Ceslar la salida a bolsa es clave no sólo ya porque ofrece una ventana de liquidez, sino "porque obligaría al grupo a ajustarse a las normas de Buen Gobierno".
Al Thani exigió ya durante la reunión del consejo de administración de El Corte Inglés el pasado 30 de mayo que, tal y como figura en el contrato por el que hace tres años concedió un préstamo al grupo de mil millones de euros, la empresa cree una comisión para preparar su salida a bolsa. Según los términos del acuerdo firmado, Al Thani puede exigir al tercer año desde la concesión del préstamo en 2015, un plazo que vence ahora, que se estudie esa operación.
El catarí, que contó con el asesoramiento en la operación de King and Wood Mallesons, está dispuesto así a ejercer sus derechos. No obstante, hasta el quinto año, es decir hasta 2020, no podría forzar la OPV. Y su problema es que, salvo el presidente de la compañía, Dimas Gimeno, que está a punto de ser destituido, todos los demás consejeros están, en principio, en contra de poner en marcha ahora la operación.
La foto de una posible salida a bolsa parece ahora más favorable para el grupo por el lado de su negocio inmobiliario que considerando la revalorización del activo de las socimis, alcanzaría una valoración de 21.700 millones. En el caso de salir a bolsa, sufriría un fuerte descuento sobre este valor por la falta de liquidez de sus activos inmobiliarios, ya que los bancos de inversión solamente le reconocerían multiplicadores sobre lo que genera su negocio real.
Con las últimas cifras sobre la mesa, correspondientes a 2016-los próximos resultados, de 2017, se conocerán en julio-, El Corte Inglés alcanzaría así un valor en bolsa de 10.400 millones de euros, tomando como referencia un ratio medio de ev/ebitda (capitalización más la deuda en relación a la generación de caja) de 14,5 veces.
La expulsión del consejo
Carlota Areces, la representante en el consejo de administración de El Corte Inglés de Corporación Ceslar, fue expulsada del máximo órgano ejecutivo hace tres años acusada de haber filtrado información confidencial y después de que la firma se opusiera a la entrada de Al Thani y llevará a la compañía a los tribunales. El inversor catarí se hará en julio con un 10% del capital tras haber concedido el préstamo, al margen de poder sumar otro 2,25% si capitaliza los intereses del préstamo.
Valoración
Aquella operación supuso valorar El Corte Inglés en 10.000 millones de euros y eso es algo con lo que Ceslar mostró su desacuerdo desde el primer momento, argumentando que el valor de El Corte Inglés en aquel momento estaría situado entre los 14.800 y 16.400 millones de euros. Los Areces Galán han perdido sin embargo la batalla legal. Hace un año, el juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid desestimó la demanda que interpuso la sociedad contra el grupo en la que pedía que se declarara nula su expulsión del consejo.
Y el pasado mes de marzo, la Audiencia Provincial de Madrid rechazó igualmente en un auto que El Corte Inglés hubiera cometido además los delitos de apropiación indebida, administración desleal y corrupción entre particulares, tal y como denunciaban los Areces Galán por la entrada de Al Thani en el capital. La Sala apuntó que "ni siquiera indiciariamente estamos ante posibles delitos" , concluyendo que "los alegatos de la querellante no aportan ese mínimo indispensable para proseguir la investigación".
De hecho, los magistrados entendieron justificada la operación, cuestionando porqué Ceslar acudió a la vía penal, teniendo en cuenta, además, que, según argumentaron, conocía perfectamente la operación, algo que los Areces Galán negaban, asegurando que se les había ocultado información en el consejo de administración.
Además de Corporación Ceslar, los principales accionistas de El Corte Inglés son la Fundación Ramón Areces, que tiene un 37,39% de las acciones; de Cartera de Valores Iasa -la sociedad patrimonial en la que están tanto Marta y Cristina Álvarez como Dimas Gimeno- que suma otro 22,18%; de Cartera Mancor, que tiene un 7%, y la familia García Miranda, que tiene otro 2,5% a título individual. Eso, sin contar, con un 5% adicional en manos de los directivos del grupo. Esta semana está previsto que el grupo convoque el consejo de administración para aprobar el cese de Gimeno.