
El holding aéreo IAG redobla su apuesta por la austeridad y mejora de los costes operativos ante el alza del petróleo y el aumento de la competencia con el desembarco de las firmas de bajo coste en las rutas a América (largo radio). La compañía que dirige Willie Walsh se ha fijado como principal objetivo reducir otro 5 por ciento los gastos operativos (excluyendo el combustible) del holding entre 2018 y 2022 para poder mantener los márgenes, mejorar las tarifas y seguir creciendo mientras el crudo aumenta la presión en la cuenta de resultados, tal y como ha pasado en el último trimestre del año.
No en vano, en apenas 12 meses el precio del barril tipo Brent ha subido casi un 20% hasta los 66,5 dólares y ha llegado a romper la barrera de los 70 dólares. Una situación que ha llevado a IAG a ver como sus costes operativos subían a mayor ritmo de los ingresos entre octubre y diciembre (excluyendo partidas excepcionales), lastrando el beneficio neto un 11,9% hasta los 468 millones. Estos resultados han decepcionado al mercado al estar por debajo de lo previsto, llevando a las acciones del grupo a caer más de un 5% en una jornada a pesar de que los analistas coinciden en alabar la fortaleza de las cuentas anuales presentadas y de la recompra de acciones de 500 millones anunciada para mejorar la retribución al accionista.
Así, en pleno alza del crudo, el grupo condiciona la mejora del beneficio de 2018 a mantener "los niveles actuales del precio de combustible" y a que "los ingresos unitarios de pasaje y los costes unitarios, excluido el combustible, mejoren a tipos de cambio constantes", explica la firma. Sólo en el cuarto trimestre, los costes unitarios de combustible subieron el 1,2% mientras que en el año disminuyeron un 1,3%, un cambio de tendencia que ha encendido las alarmas. "Los ingresos unitarios de pasaje mejoraron un 1,5% a tipos de cambio constantes aunque nuestra factura de combustible comenzó a incrementarse en el cuarto trimestre", aseguró Walsh. La falta de visibilidad sobre las previsiones financieras para 2018 también le ha penalizado en bolsa.
Para lograr ajustar los gastos , British Airways acelerará la implantación del plan de transformación que ya tiene en marcha (Plan4) mientras que Iberia seguirá trabajando en su Plan de Futuro II, que incluye mejoras en las sinergias, otro ERE y potenciar la digitalización de los procesos. Vueling ahondará en el Plan Next, que puso en marcha tras la crisis de 2016, y Aer Lingus revisará su modelo de valor. Así, el grupo seguirá la estela del ahorro iniciada en 2010, que le ha llevado a recortar los gastos operativos (sin combustible) un 10,3% en siete años tras ejecutar varias reducciones de plantilla, cambiar la flota por una más eficiente y rediseñar la oferta y las rutas. En esta línea, en 2017, British Airways e Iberia han registrado gastos extraordinarios de 288 millones por los planes de reestructuración aprobados a lo largo del año pasado.
Estas partidas excepcionales han impactado en los resultados anuales de la compañía, que ha mejorado su beneficio neto un 3,6% hasta los 2.001 millones. Los ingresos totales han mejorado un 1,8% hasta los 22.972 millones, gracias a la mejora de la ocupación, mientras que los gastos han subido un 0,8% por el aumento de la plantilla y los bonus por eficiencia. Los costes de combustible del año se han reducido un 5,4% pese a que en el último trimestre han subido un 4,9%. Así, el resultado operativo de la dueña de IAG ha mejorado un 18,9%. Si se incluyen las partidas excepcionales, mejora un 9,8% (ver gráfico).
Datos y futuro por aerolíneas
Por aerolíneas, Vueling es la que más ha mejorado su beneficio de operaciones, que ha pasado de los 60 a los 188 millones, lo que alaba el cambio de estrategia. Aer Lingus ingresó un 12,2 por ciento más y su beneficio operativo después de partidas excepcionales subió el 25 por ciento. Iberia ha incrementado sus ingresos un 5,2 por ciento pero el resultado cae y BA reduce un 0,3 por ciento los ingresos.
De cara a 2018, el grupo prevé acelerar el ritmo de crecimiento de todas sus aerolíneas. Por ejemplo, Vueling recuperará la velocidad de crucero con un alza del 12,8% tras un año de contención e Iberia impulsará su oferta un 7,5% en todo el año. Así, Vueling potenciará su presencia en Roma y París, donde realizará los vuelos de conexión para Level, que empezará a operar en los próximos meses con cuatro nuevas rutas y sumará cinco aviones, e Iberia seguirá apostando por América Latina con más frecuencias a México, Santiago de Chile y Los Ángeles. La aerolínea que menos crecerá es British, que aumentará su capacidad un 3% en el año con el foco puesto en América del Norte.
Dentro de España, Iberia confía en el futuro del renovado puente aéreo y no teme a la competencia del nuevo AVE de bajo coste de Renfe: EVA. "Tenemos un cliente muy fiel y la cuota de mercado entre Madrid y Barcelona está muy estabilizada, por lo que es muy difícil que los negocio se roben cuota uno a otro", aseguró Luis Gallego. En esta línea, el presidente de Iberia resaltó la importancia de que el AVE llegue a Barajas para potenciar la red de alimentación de los vuelos de largo radio y reforzar al aeropuerto como hub internacional.
El Gobierno financiará los vuelos a Badajoz
El aeropuerto de Badajoz volverá a tener aviones comerciales todo el año. El Consejo de Ministros ha aprobado la declaración de Obligaciones de Servicio Público (OSP) en las rutas aéreas Badajoz-Madrid y Badajoz-Barcelona. El acuerdo permitirá que se puede ir y volver en el día. El Gobierno ha establecido que la aerolínea que opere las rutas tendrá que ofertar 54.000 asientos entre Madrid y Badajoz y 24.000 plazas con la Ciudad Condal. Así, la tarifa de referencia para cada una de las rutas, en los trayectos de ida, queda establecida en 90 euros para Madrid y de 110 euros para Barcelona.