El Banco Popular perdió 13.560 millones de euros en 2017. Si bien, el Santander indicó en la presentación de resultados anuales que el banco adquirido había cerrado el cuarto trimestre con unas pérdidas de 37 millones de euros, la cifra correspondía al periodo desde que el grupo presidido por Ana Botín compró la entidad. Sin embargo, en el ejercicio completo las pérdidas de la que era la sexta entidad española van en consonancia con los números rojos del banco en el primer semestre del año. El Popular perdió hasta junio 12.200 millones de euros. Para comprender las pérdidas actuales, habría que sumar a esa cifra un ajuste de activos fiscales diferidos (DTA) por valor aproximado de 1.000 millones tras la venta de los activos inmobiliarios a Blackstone, más los 300 millones por los ajustes realizados en el banco en el marco del ERE de los servicios centrales, según explica la entidad cántabra.
Por otro lado, el Banco Pastor cerró el año con unas pérdidas de 205 millones de euros, según refleja el informe anual del Banco Santander, mientras que Popular Banca Privada perdió 2 millones de euros.
En lo que respecta a las provisiones a realizar por el Santander para hacer frente a los litigios por la resolución y compra del banco, la entidad rechaza de momento estimar una cifra fiable puesto que, a su juicio, no es posible anticipar la totalidad de las pretensiones concretas que se harían valer, ni sus implicaciones económicas. El grupo señala que hay que considerar que el resultado de los procedimientos judiciales es incierto, puesto que algunas demandas se fundamentan en cuestiones jurídicas sobre las que no existen precedentes judiciales, otras implican a un gran número de partes, y en la actualidad el proceso judicial está en una fase muy preliminar. De este modo, el banco sólo cuenta como potencial compensación a los afectados los 680 millones de euros suscritos en bonos de fidelización por los accionistas y bonistas que perdieron su inversión por la resolución de la entidad por parte de la Junta Única de Resolución (JUR) el pasado 7 de junio.
Retribuciones
La presidenta del Santander, Ana Botín, recibió una remuneración total en 2017 de 7,87 millones de euros, cifra que supone un 8,2% más que un año antes. De esta cuantía, 5,68 millones son en metálico y 2,19 millones, es la retribución a través de acciones. Si se suman las aportaciones realizadas a su plan de pensiones, la retribución de la responsable de la entidad asciende a 10,58 millones, según consta en el Informe Anual sobre Remuneraciones de los Consejeros de 2017.
Por su parte, el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, también vio elevado su sueldo, en este caso un 7,15%, hasta los 6,43 millones de euros. Rodrigo Echenique, vicepresidente del Santander y presidente de Santander España, sumó una retribución de 4,28 millones en 2017, 457.000 euros más que un año antes.
En total, el consejo de administración del banco percibió 26,4 millones, frente a los 25,5 millones de un año antes. Cabe destacar que Ramiro Mato, que fue nombrado consejero de la entidad el pasado 28 de noviembre, percibió 36.000 euros hasta el 31 de diciembre.
