El fondo de inversión Amber Capital, que lidera el empresario Joseph Oughourlian, planea reforzarse como primer accionista de Prisa tras consumarse la renuncia de Juan Luis Cebrián como presidente ejecutivo del grupo. Su intención es hacerse con otro 6% de la dueña de La Ser aprovechando la ampliación de capital de 563 millones de euros aprobada el pasado mes de noviembre y así subir su participación hasta el 24% (actualmente ostenta el 18%).
Con esta maniobra, Amber cierra filas entorno al nuevo equipo gestor, que encabezan Manuel Mirat como presidente no ejecutivo y Manuel Mirat como consejero delegado, tras haber logrado la salida de Cebrián de la primera fila, aunque este sigue como presidente de El País, y congelar la venta de Santilla, la joya de la corona del grupo.
No en vano, la última junta general de accionistas dejó patente el divorcio entre el ya expresidente de Prisa y su principal accionista debido a la mala gestión que, según Amber, estaba llevando a cabo Cebrián. El directivo estaba dispuesto a vender la editorial, casi el único negocio rentable, por menos de 1.400 millones de euros, el precio exigido por los accionistas.
Ocupa el hueco de Caixabank
El fondo que lidera Oughourlian se va a reforzar en el capital de Prisa mientras Caixabank se diluye. La entidad financiera, que entró en la editorial en una de las primeras conversiones de deuda, no tiene previsto acudir a la ampliación por lo que su participación, que actualmente es del 4,9%, se verá reducida hasta el 1 por ciento.
Quien también parece que se va a diluir es HSBC. La entidad británica, que tiene ahora un 14,4% de las acciones, bajaría, en principio, hasta el 9,4%.
HSBC se había reforzado como tercer accionista de Prisa tras una última conversión obligatoria de deuda del grupo en acciones. El grupo editorial no ha confirmado qué emisión de bonos convertibles está detrás de este cambio en el capital, pero no hay que olvidar que la entidad acudió a varias en los últimos años. La última, a principios de 2016, cuando la cotizada anunció que había alcanzado un acuerdo con algunos de sus principales acreedores para llevar a cabo una emisión de bonos convertibles en acciones por importe de 100 millones de euros y ampliable hasta 150 millones. HSBC, Santander y CaixaBank se comprometieron suscribir la emisión.
Por su parte, las fuentes consultadas por este periódico han confirmado además que tanto la familia Polanco, propietaria de un 15,4 por ciento de las acciones, como su socio mexicano, el grupo Herradura, con el 8,9 por ciento, tienen ya también la financiación necesaria para suscribir la ampliación y no diluirse. En cuanto al resto de los grandes accionistas y, salvo sorpresa, también acudirían a la ampliación el jeque catarí Al Thani, que actualmente tiene un 8,1%. Telefónica, con un 13%, aún no lo ha decidido.
En este punto, Bloomberg se hizo eco de la intención del grupo Henneo, propietario de El Heraldo de Aragón, de aprovechar la ampliación de capital para desembarcar en el accionariado de Prisa. La firma ya intentó comprar Cinco Días pero finalmente la operación no llegó a buen puerto porque no estaba dispuesta a pagar el precio que exigía Cebrián por la cabecera. Este diario se puso en contacto con el grupo Henneo, que no quiso ni confirmar ni desmentir las informaciones.
Por su parte, Prisa comunicó hace unos días a la CNMV que la ampliación ya estaba garantizada porque los actuales accionistas se habían comprometido a suscribirla. Para llevar a cabo la colocación el grupo ha contratado al Banco Santander y a Morgan Stanley como coordinadores globales y entidades aseguradoras de la ampliación.
Refinanciación
La operación, que multiplicará por seis el número de acciones de Prisa, que pasa de 88 millones a 558 millones, es fundamental para asegurar la viabilidad de la editora, ya que de ella depende que se cumplan uno de los hitos pactados para que entre en vigor la refinanciación de la deuda aprobada a mediados de enero. Así, el pacto establece un primer repago de 450 millones de euros, a realizar con los fondos obtenidos de la ampliación de capital.
A su vez, el acuerdo, que entrará en vigor no más tarde del próximo 30 de junio, contempla la extensión del vencimiento de la deuda hasta finales de 2022 y no prevé amortizaciones obligatorias durante los tres primeros años -hasta diciembre de 2020-, con un calendario de repago posterior ajustado a la generación de caja esperada de los negocios del grupo. La compañía tenía que afrontar un vencimiento de deuda por 957 millones en 2018 y otro 176 millones en 2019, además de préstamos participativos por 439 millones de euro.