
Las empresas nacen de manera muy diferente a los seres vivos. Ninguna tiene fecha de caducidad y una muerte anunciada para una determinada edad. En estos tiempos, la pequeña compañía que puede surgir en un garaje tiene unos horizontes infinitos en el espacio y el tiempo. Nadie, con cierto sentido empresarial, crea un negocio con la idea de que desaparezca algún día. Esto ha hecho que cada vez más empresas pongan el foco en los asuntos que aseguren su supervivencia. Es lo que los expertos llaman desarrollo sostenible. No solo se preocupan ya en crecer, sino que miran con lupa el cómo, para que su éxito se mantenga en el tiempo. Son asuntos que están ya en los consejos de administración desde hace un tiempo y que suponen una pata más de la estrategia de negocio de las compañías, cada vez más preocupadas por su impacto, ya no solo en sus grupos de interés, sino en la sociedad y su entorno en general. | Más noticias en la revista digital gratuita elEconomista Buen Gobierno y RSC.
Los expertos de Deloitte aseguran que el 40% de las grandes empresas españolas cotizadas ya contemplan los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en sus Informes de Sostenibilidad y sus páginas web, pero solo un 20% tiene iniciativas para medir la contribución en la consecución de estos objetivos. En el caso del Ibex 35, el selectivo español, solo nueve compañías tienen definido un propósito orientado a alguno de los ODS, según el informe de la firma 2030 Purpose: Good Business and a Better Future.
Contribución social
El estudio tiene como objetivo evaluar la vinculación del propósito de las grandes compañías cotizadas con el desarrollo sostenible y con los 17 objetivos de desarrollo sostenible, así como analizar su nivel de integración en la estrategia de la empresa y con su modelo de negocio. Los ODS son un conjunto de medidas, contenidas en la Agenda 2030 aprobada por Naciones Unidas, en materia de derechos humanos, educación, respeto al medio ambiente y lucha contra la corrupción.
Helena Redondo, socia de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de Deloitte, y Teodoro Gómez Vecino, socio de Monitor Deloitte, aseguran que "las empresas tienen un papel crítico, contribuyendo al desarrollo económico, proporcionando productos y servicios e influyendo en la reducción de las desigualdades y en el progreso de la sociedad en su conjunto. Esta contribución social, además de necesaria, es positiva para la reputación de las empresas, beneficiosa en términos económicos y facilita su sostenibilidad y resiliencia".
Los expertos entienden que el Propósito 2030 es una gran oportunidad para las empresas de proyectar sus objetivos a largo plazo en términos cuantitativos y apostar por la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como principales palancas para abordar los problemas sociales, ambientales y económicos a los que se enfrenta actualmente la humanidad y que cada vez preocupan más a los grupos de interés. La mayoría de las empresas que contemplan los objetivos de desarrollo sostenible en sus informes de sostenibilidad o en sus páginas web no miden su contribución con una metodología concreta, sino que seleccionan programas ya existentes relacionados con los ODS prioritarios para la organización y relacionan sus logros con la contribución a los objetivos correspondientes. Por ello, existe un gran reto en la medición de su contribución a los objetivos de desarrollo sostenible y en el uso de herramientas para monitorizar su logro.
Ejemplos de buen hacer
Ya hay ejemplos de buenas prácticas, en el sentido de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU, en el panorama empresarial español.
Por un lado, Gas Natural Fenosa ha incorporado la integración de los ODS en la estrategia. Ha desarrollado un Plan Director de Sostenibilidad que está alineado con la política de responsabilidad corporativa de la compañía y para cuya elaboración se ha basado en la visión estratégica de la empresa, la política de responsabilidad corporativa, el análisis de materialidad, las tendencias regulatorias y la opinión de los grupos de interés.
Por su parte, CaixaBank señala que los objetivos de desarrollo sostenible forman parte de la cultura de la organización "desde el primer momento". CaixaBank colabora de forma transversal con los 17 ODS, llevando a cabo proyectos que apoyan el desarrollo económico, la educación, la lucha contra la pobreza y contra el cambio climático.
En el caso de Deloitte, la firma que ha elaborado el informe, desde hace unos años está integrando en su estrategia los objetivos de desarrollo sostenible, con la intención de contribuir de una manera más eficiente y directa al desarrollo de una sociedad mejor, más justa, con menos desigualdades y más oportunidades de desarrollo.