El presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, ha reprochado al Gobierno su "pasividad" frente a la huelga de examinadores de tráfico, que se mantiene desde junio y que está "condenando a decenas de miles de ciudadanos a no sacarse el permiso de conducir".
"Es inconcebible que el Gobierno haya decidido esperar a que la huelga de los examinadores se agote por sí sola", ha explicado Báez, quien también ha cargado contra el "pulso" entre la Dirección General de Tráfico (DGT) y los examinadores, que supone un "coste social y económico a los ciudadanos y a los centros de formación".
Las jornadas de paro de los examinadores, que se alargan desde el pasado mes de junio y que desembocarán en una huelga indefinida a partir del 4 de septiembre, se deben a las reclamaciones del colectivo, que exige, entre otras cosas, un incremento salarial y un aumento de plantilla.
En este sentido, el director de Tráfico, Gregorio Serrano, anunció el pasado martes en la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso que a finales del próximo año habrá 100 examinadores más en plantilla y que una treintena de ellos serán militares.
Algo que para Báez "tiene un inconveniente: muy pocos de esos examinadores van a incorporarse a dicha plantilla antes de que acabe el año, y apenas servirán para cubrir las bajas por jubilación que se produzcan a lo largo del presente ejercicio".
El propio presidente de CNAE cifró el pasado lunes, en declaraciones a Efe, en más de 20 millones de euros las pérdidas económicas derivadas de la huelga de examinadores.
Además, precisó que más de 150.000 alumnos hasta la fecha no han podido examinarse debido a esta situación, hasta el punto de que más de 6.000 personas se quedan cada día sin poder realizar los exámenes de conducir.