
La última milla es la clave del comercio electrónico. El reparto de paquetes a domicilio o al punto convenido está dejando de ser una comodity para ser un elemento de valor añadido que marca la diferencia entre dos productos muy similares que se vendan en distintas plataformas online. O por lo menos esto es lo que defiende Francisco Aranda, secretario general de UNO, la Organización Empresarial de Logística y Transporte. Descárguese gratis la revista digital elEconomista Transporte.
El directivo explica en una entrevista con esta revista que la logística es un "nuevo elemento de marketing" ya que un buen servicio -que el producto llegue en tiempo y forma- marca la diferencia entre un cliente satisfecho y otro que no repetirá la experiencia.
Por ello, entre las plataformas y las tiendas de venta online, como Alibaba, Inditex o El Corte Inglés, es más importante que las firmas de logística tengan una buena reputación en Internet por sus servicios de calidad que otro tipo de elementos como la capilaridad, la penetración o el precio.
El sector de la logística está en plena transformación y las empresas analizan fusiones, alianzas y alternativas de entrega para optimizar los servicios y los costes, y poder afrontar la creciente demanda online -se prevé que el comercio crezca a doble dígito en los próximos años-. De momento, grandes grupos digitales como Amazon ya están hablando de que el futuro de las entregas está en los drones...
¿Veremos drones repartiendo paquetes por las ciudades?
Estoy prácticamente convencido de que no. En primer lugar por una reglamentación espectacular ya que los drones no pueden ir de aquí para allá sin control. Habría que establecer rutas, la dirección... En segundo lugar por un tema de seguridad en las ciudades y, en tercer lugar, por un tema económico. El reparto con drones no sería eficiente porque todo aparato exige un piloto para entregar un paquete y además no hay sitios establecidos para dejar los productos. Es más un elemento de marketing, de decirle al mercado y a los clientes: "oye, que estamos en la última", pero no tiene sentido económico. Lo que sí veo es el uso del coche autónomo.
¿Qué uso se le da a los drones en el sector?
Son muy eficientes en los almacenes para realizar stocks -temas de intralogística- y también sirven para casos muy concretos de envíos, como a una isla o temas de sanidad.
Las empresas del sector se han quejado de lo difícil que es gestionar y rentabilizar millones de envíos personales en los periodos pico de demanda como el Viernes Negro o El Ciber Monday. Algunos hablan de establecer puntos de recogida en gasolineras u otros sitios de conveniencia... ¿Es una opción viable?
De momento no porque no está funcionando. Los clientes no demandan ese tipo de servicio, no quieren ir a un punto a recogerlo. El mercado está en la entrega a domicilio. No sabemos por qué no tiene exito. En otros países funciona perfectamente... será cuestión de tiempo.
Desde el sector se suele apuntar que la logística es el mejor termómetro para saber la temperatura de la situación económica de un país.
Sí, porque la logística y el transporte mueven todo tipo de mercancía, y sin ella no existiría la cadena de suministro, desde el productor hasta el cliente final y el consumidor. En España representamos ya el 6% del Producto Interior Bruto. Se mueven 500 millones de envíos al año y unos 5 millones de toneladas. Hay 800.000 trabajadores implicados en el sector, y de cara al futuro somo fundamentales en el desarrollo 4.0 de las empresas y el comercio electrónico.
También se califica al sector de excesivamente atomizado. Esos más de 800.000 trabajadores que usted señala, están repartidos entre más de 18.000 empresas.
En efecto. Ese es uno de los principales problemas que tiene la logística y el transporte en nuestro país. La situación de las empresas pequeñas es muy complicada para hacer frente al reto de futuro que tiene el sector -una gran parte de ellas no tiene más de nueve trabajadores-. Es complicado para esas empresas, respetando su existencia, su desarrollo, porque tienen difícil llevar a cabo una economía de escala y poder aprovechar las diferentes sinergias que tienen, por ejemplo, las grandes compañías.
Siendo importante todo el tipo de movimientos logísticos, el que más está creciendo y sorprendiendo es el llamado eCommerce, la compra online de productos que ya en España supone un gasto superior a los 24.000 millones de euros anuales.
Está creciendo de forma espectacular. Su aumento es de dos dígitos anuales y su facturación es más del 55% del volumen total. La verdad es que crece espectacularmente y de una manera que nadie esperaba.
Ahora bien, hay que reconocer, también, que este crecimiento se debe en una gran parte a la logística y al transporte, que están respondiendo con agilidad a la rapidez que presenta una situación tan innovadora de recogida y entrega al cliente, al consumidor. Pero, además hay otro aspecto positivo, como es que se trata de un valor añadido que da al transporte y a la logística la posibilidad de tener una ventaja competitiva. Se debe considerar que más del 50% de la compra que hacen los consumidores está en función del transporte, de que el producto llegue a tiempo, algo que es muy importante en la relación que hay entre la compra online y el cliente final.
Esa rapidez que demanda el eCommerce ¿puede tener algún problema en las ciudades?
Debemos contribuir todos a un rediseño de las ciudades, que demandan un nuevo modelo. Hay que aprovechar las nuevas tecnologías que se apliquen al uso de las plazas de carga y descarga, incluso sabiendo de antemano las que están libres y las que no, para distribuir las operaciones de una forma alternativa. Se deben organizar los códigos postales, incluyendo al menos dos o tres dígitos, de forma que se pueda parcelar más los distritos para que las entregas sean más fáciles y rápidas para el repartidor. Hay que ir juntos con las Administraciones locales de cara al futuro, porque hay que buscar soluciones conjuntas que nos beneficien a todos.
Cambiando de tipo de mercancías, ¿qué pasa con el transporte a través del ferrocarril?
Es cierto que hay poco transporte por ferrocarril, más del 90% se hace por la carretera. Creo que Renfe Mercancías es en este momento el gran modo de transporte olvidado del país. Se habla de la intermodalidad como solución de futuro, pero esa intermodalidad precisa que exista un ferrocarril que sea muy competitivo, rápido y que llegue a tiempo a los destinos.
La carretera sigue mejorando en sus tráficos, ahora con la llegada de los megacamiones...
Es un proyecto muy importante, permite llevar más carga en un sólo viaje. Es un importante proyecto para el sector y para toda la economía española. Se ha incorporado de una forma paulatina y parece que va funcionando bien, lo que hay que hacer ahora es armonizar todos los trámites administrativos con el fin de que su uso pueda generalizarse y con un único permiso se pueda atravesar el país, sin tener que contar con permisos de cada comunidad.