La resolución del Banco Popular y su traspaso al Santader fue descrita por las autoridades europeas como un éxito. No lo fue tanto para multitud de accionistas e inversores, que vieron cómo su dinero desaparecía de la noche a la mañana. Algunos de ellos intentan utilizar el Parlamento Europeo para exigir explicaciones a la Junta Única de Resolución, responsable de la intervención el pasado 7 de junio.
Una firma que representa a bonistas del Popular envió ayer una carta al presidente del Comité de Asuntos Económicos de la Eurocámara, Roberto Gualtieri, para que aclare el papel que jugó la Junta en la caída y resolución del Popular. La carta, vista por elEconomista, cuestiona la transparencia respecto la decisión tomada y las declaraciones públicas de aquellos que estuvieron al mando. Algunos de los representados por la firma son Pimco, Anchorage, Algebris y Ronit Capital. Su inversión total en el Popular ascendía a 850 millones.
La responsable del JUR, Elke König, comparecerá esta tarde ante este comité. Los inversores piden a Gualtieri que cuestione la transparencia de la Junta, dado que tanto su decisión escrita como las pruebas en las que se basó no han sido reveladas.
Los bonistas también sugieren que König jugó un papel en la caída en las acciones del Popular en los días previos e incluso en la fuga de capitales, tras los comentarios y entrevistas que dio a Bloomberg y Reuters a finales de mayo.
Su comparecencia coincidirá con la aprobación por parte de los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) de un plan con 14 medidas para digerir el más de billón de euros en créditos morosos que arrastra la Unión, y evitar que alcance de nuevo niveles insostenibles. Descartado un banco malo europeo, el plan de acción propone en su lugar que la Comisión prepare para mediados de 2018 una propuesta para crear un mercado secundario europeo para préstamos dudosos.
