
Los pactos personales y las huelgas selectivas han hecho saltar por los aires la aparente unidad de Anesco. La fuga de tráficos y el temor a tener más buques parados ha llevado a las grandes navieras a ceder ante la presión de los sindicatos y aceptar su propuesta para negociar el V Convenio Colectivo en contra de la postura oficial de la patronal, que se negó a votarla por ser "ilegal". Este cambio de estrategia bajo cuerda, que ha arrastrado a otras compañías de los mismos puertos, ha aflorado los intereses encontrados de las distintas empresas estibadoras hasta el punto de generar una escisión en el seno de la asociación.
Así, Bergé, Ership (Alvargonzález) y Algeposa, que se negaron a pactar con los sindicatos, han decidido abandonar Anesco con la idea de formar otra asociación en protesta por la deriva que está tomando el conflicto y la negociación del nuevo convenio colectivo. Fuentes del sector aseguran que otras firmas españolas, como la división de Noatum que no se ha vendido a Cosco, Toro y Betolaza y otras que operan en el norte, tienen previsto seguir los pasos de estas primeras firmas ahondando en la ruptura de la patronal actual. Esto abriría la puerta a crear un Anesco dos con capacidad para negociar.
La salida de estas tres primeras terminalistas, que representan el 40% del presupuesto de la patronal, deja vía libre para que se apruebe la propuesta presentada por los sindicatos. No en vano, con la adhesión de Noatum Ports y Maersk, todas miembros de PIPE, al pacto sindical, la postura oficial mantenida por Anesco hasta ayer pierde la mayoría. Así, si todo sale según lo previsto, las empresas que queden en la patronal original se reunirán para apoyar oficialmente la propuesta de Coordinadora y abrir un periodo de negociación hasta septiembre en el que, en principio, no tendría que haber huelgas. De momento, los estibadores no han secundado los paros en las terminales de las empresas que han firmado el pacto, como la de Best, MSC o Semmer, entre otras. Así, en Valencia y en Barcelona solo ha habido huelga en los grupos Ership y Bergé, que no han firmado, mientras que en Algeciras se han trabajado con normalidad. "Las terminalistas pueden soportar huelgas generales pero no selectivas", explican fuentes empresariales.
En este punto, aseguran que los sindicatos han ido primero a por las navieras ya que son las que tienen menos capacidad para aguantar paros largos y selectivos puesto que no pueden aguantar en su cuenta de resultados que se paren los barcos y el desvío de rutas no soluciona todos sus problemas. "Han usado toda su fuerza para dividir a la patronal ya que es su única forma de vencer", explican.
Aunque ahora se pueda abrir un periodo de negociación aparentemente tranquilo (los acuerdos que se firmen serían vinculantes para todas las empresas del sector si mantienen la mayoría de la representación), el conflicto está lejos de concluir. Y es que, más allá de solicitar la subrogación de todos los empleos, los sindicatos exigen controlar la formación y la selección de las nuevas incorporaciones así como mantener el modelo de las sageps. Así, exigen que las empresas se comprometan a ser accionistas de los nuevos Centros Portuarios de Empleo y a sólo contratar a los trabajadores que pertenezcan a las mismas. Es decir, mantener la contingentación del sector, algo que el propio Ministro de Fomento ha alertado que no se puede hacer ya que va en contra de la ley.
¿Denuncias?
En este punto, las empresas han abierto a denunciar ante las autoridades los términos de la negociación o los pactos vinculantes a los que se llegue si son contrarios a la ley. El primer paso lo ha dado PIPE al solicitado amparo a las autoridades europeas y españolas para que pongan freno a los chantajes y velen por que se cumpla la ley. "PIPE reclama la actuación inmediata de las autoridades europeas y nacionales, que deben velar por el cumplimiento de la legislación presente, y pide una mayor presencia de las mismas ante lo que es una clara violación de la ley vigente y los derechos de las compañías del sector", aseguran. A su vez, la plataforma de inversores en puertos españoles, PIPE, asociación de la forman parte Noatum y Maersk, ha denunciado chantajes y presiones por parte de los sindicatos para firmar los acuerdos individuales. En este punto, Noatum sí que ha sufrido la huelga el Bilbao aunque no en Valencia.
No sería la primera vez que los sindicatos y la patronal llegan a pactos ilegales. En 2009 tanto Coordinadora como Anesco fueron sancionadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por la firma de otro acuerdo que no respetaba los principios de libre competencia y al que las empresas se adhirieron bajo coacción, relata PIPE.