
La futura absorción del Popular por parte del Santander obliga a revisar los acuerdos de negocio que hereda de la histórica alianza forjada en 1988 con Allianz el banco que entonces presidía Luis Valls Taberner. Por contratos es imposible hacer coexistir a dos proveedores "exclusivos" en idéntico negocio bajo una misma red de sucursales y en el grupo cántabro trabaja Aegon así en varios ramos desde 2012.
Los lazos comerciales con el grupo holandés dejan un resquicio en automóviles -seguro no incluido en su acuerdo- que fuentes del sector identifican como un potencial área a explorar en una negociación entre el banco y la aseguradora alemana. El Santander aseguró que no tendrá que encarar indemnizaciones por rupturas de acuerdo y el Frob dijo que no ha expedido esquema de garantía alguno para contingencias en la adjudicación, pero si el acuerdo del Popular se asemeja a los firmados por casi todos los bancos y antiguas cajas con sus aseguradoras, extinguirlo llevaría aparejada una compensación.
Allianz opera distintas pólizas en las oficinas del Popular y podrá continuar mientras conserve su autonomía. La hoja de ruta del Santander es, sin embargo, dar pasos hacia la integración cuando, en el plazo de un mes, ejecute la ampliación de 7.000 millones para absorber al sexto banco español por activos. Arranca en ese momento la potencial incompatibilidad si el acuerdo de Allianz consagra su único ejercicio en la red Popular; como ocurre con Aegon en el Santander.
Autos entra en juego
Es aquí donde autos puede jugar su rol. La oferta de pólizas de automóviles la efectúa el Santander a través de un multitarificador con productos de varias compañías desde 2009. Su intención era reformular la estrategia e inició la selección de un solo proveedor, aunque frenó el proceso, con la lista ya reducida a un par de candidatos -Generali y Axa-, cuando abordó el estudio del balance del Popular.
Sobre el tablero, Aegon tiene todas las opciones para extender su oferta a la red que sume el Popular -el número de oficinas dependerá de los potenciales ajustes de red por duplicidades-.
Su acuerdo de 2012 ha sido reforzado por el Santander a la luz de su desempeño. En aquel momento arrancó en España en Vida y Hogar con la operativa conjunta a través de una joint venture, que se quedó la exclusividad durante 25 años. A los dos años agrandó la alianza en un contrato casi gemelo al Santander Totta de Portugal y el pasado año el grupo holandés desveló que el buen entendimiento se traduciría en su extensión a Salud.
A pesar de que el negocio que escapa a esos lazos es automóviles, las filiales conjuntas de Allianz y Popular operan pensiones y Vida, donde sí hay solapamiento. El grupo alemán es dueño del 60% del holding tenedor de los negocios de seguros de Vida y una gestora que comercializa fondos de inversión y planes de pensiones, que también ha sufrido con dureza las inquietudes sobre el Popular con reembolsos de 791 millones de euros por parte de partícipes entre los meses de enero y mayo -245 millones solo en el último mes-.