
La enmienda en la Ley del Impuesto de Sociedades para blindar la figura de las Agrupaciones de Interés Económico (AIE) como inversores de producciones cinematográficas ha cargado de motivos a los socios de estos vehículos para plantar cara al Ministerio de Hacienda. Santander, Mediaset, Bankinter o Euskaltel son algunas de las empresas que se beneficiaron de las deducciones fiscales por invertir a través de AIE en tres películas que ahora la Agencia Tributaria ha anulado. En impacto total, que afecta a cerca de una treintena de sociedades de muy diversos tamaños, se aproxima a los 50 millones de euros.
El Fisco cerró las actas de inspección contra las AIE que financiaron la producción en España de Fast & Furious 6 (Universal Pictures), Furia de titanes (Warner Bros) y Fría luz del día (Summit Entertainment-Lionsgate) el pasado 28 de abril. En virtud de las resoluciones, las tres agrupaciones que invirtieron en estas producciones que se grabaron en España han de devolver los citados 50 millones. Sin embargo, con la enmienda promovida por Ciudadanos y que acaba de aprobar por unanimidad el Congreso en primera instancia, las AIE han reforzado sus argumentos para presentar un recurso de reposición o bien acudir al Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC).
Según fuentes próximas a los inversores, grupos como Santander o Mediaset, dos de los más implicados, están estudiando recurrir la decisión de Hacienda y evitar así la devolución de las deducciones. Entre los afectados se encuentran un puñado de empresas familiares que se dedican a actividades tan diversas como la alimentación, la joyería, la instalación de ascensores o los electrodomésticos. Hay otras firmas, como Isolux Corsán, que igualmente han participado en estas películas, pero en su caso las pérdidas que ha registrado en los últimos años le ha impedido anotarse las deducciones.
Promovida por Ciudadanos
Hacienda justifica su decisión de obligar a devolver los incentivos fiscales a los socios de las agrupaciones en que considera que las AIE no tienen la iniciativa sobre la producción de los largometrajes, lo que, sin embargo, no era un requisito exigido por el artículo 27.2 del Reglamento que desarrollaba la Ley del Cine en relación a los ayudas fiscales.
A raíz de las actas de Hacienda, Ciudadanos se movilizó y presentó una enmienda a la Ley del Impuesto de Sociedades que ha recibido el apoyo tanto del Grupo Popular como del resto de formaciones parlamentarias. La inclusión de esta enmienda, que ahora se halla en el Senado, ha aumentado la protección a los inversores de las AIE y ha eliminado la incertidumbre sobre la que alertaban desde el sector. En este sentido, el texto incluye un párrafo que aclara los requisitos para considerar que una AIE tiene iniciativa de producción: "Se entenderá que las agrupaciones de interés económico ostentan la condición de productor siempre que se constituyan como productor independiente mediante el cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 4,n) de la Ley 55/2007, de 28 de diciembre, se incorporen a la producción con anterioridad a la fecha de finalización del rodaje y designen al productor ejecutivo encargado de asumir la iniciativa del proyecto".
El presupuesto medio de una película producida en España se aproxima a los tres millones de euros. El grueso lo financian las televisiones, las subvenciones del Ministerio de Cultura y la taquilla, pero la inversión a través de AIE no es desdeñable, con cerca de medio millón de euros por producción. En el caso de los tres largometrajes castigados el presupuesto era muy superior, de ahí que los incentivos fiscales se elevaran hasta los 50 millones.
De las empresas implicadas, la más golpeada por el hachazo de Montoro es el Banco Santander. La entidad cántabra figura como accionista de las tres AIE. Destaca su participación en F&F VI, la AIE de Fast & Furious 6, en la que es el máximo inversor con el 51,37%. En el caso de la de Furia de Titanes ostenta tan solo el 0,89% y en la de Fría luz del día el 1%, de acuerdo con los registros oficiales.
También Mediaset es una de las más expuestas. A través de Telecinco Cinema posee el 34% de Furia de titanes AIE, en la que Bankinter participa con el 4,25%. Hay una cuarta firma cotizada, Euskaltel, dueña hoy de R Cable, que en su día invirtió en F&F VI con un peso del 2,50%.
El impacto para las grandes empresas es limitado, pero para aquellas sociedades familiares que se acogieron a estas deducciones la decisión de Hacienda ha caído como una losa. No en vano, las actas llevaron a varios inversores a suspender su participación en nuevos proyectos. Esto, a su vez, provocó un gran nerviosismo en el sector cinematográfico de España al ver peligrar una parte fundamental de su financiación que ahora la enmienda de Ciudadanos ha calmado.