
El responsable del grupo de inspectores del Banco de España que supervisaba la salida a bolsa de Bankia, Pedro Comín, ha asegurado hoy ante el juez Fernando Andreu que no remitió a los responsables del Banco de España los correos que recibió del jefe inspector, José Antonio Casaus, avisándole de que la salida a bolsa de Bankia supondría un quebranto para el contribuyente de 15.000 millones de euros.
Comín, que ha declarado ante la Audiencia Nacional en calidad de investigado, explicó durante más de dos horas y media que recibió los correos, los "analizó en profundidad" y los debatió con su superior, pero no los "rebotó hacia arriba", según fuentes jurídicas. El responsable del grupo de inspectores justificó que no remitía a los responsables del Banco de España ni esos correos electrónicos ni cualquier otros emails de los inspectores.
El equipo de inspectores del Banco de España informó en cuatro correos electrónicos destinados a Pedro Comín que la mejor solución para el futuro de Bankia pasaba por la venta de la entidad a un grupo solvente y no por su salida a bolsa. Sin embargo, los propios inspectores avisaban de la dificultad de que se adoptara la medida puesto que "los políticos que gestionan Bankia" no van a querer explorar dicha vía "para no perder sus poltronas ni su herramienta de financiación".
Casaus remitió a inicios de 2011, tres meses antes de que Bankia saliera a bolsa, y avisó de que la "única solución" para el banco la búsqueda de un comprador para el grupo "con suficiente músculo financiero para afrontar la presión de la deuda". No obstante, los expertos apoyaban que en caso de no encontrarse comprador, sólo apoyarían la salida al parqué con un banco único y no con el doble banco. "La salida a bolsa con un banco doble es el primer paso para nacionalizar pérdidas, algo injusto y contrario a lo que nos pide la norma, velar por un uso eficiente de los recursos públicos", justificó Casaus.
El jefe de inspección del Banco de España adelantó que la salida a bolsa de la entidad madrileña, que por entonces presidía Rodrigo Rato, tendría un coste para el contribuyente cercano a los 15.000 millones de euros, "frente a la opción de coste cero" que supondría que "el grupo fuera comprado por una entidad potente". "no funcionará y creará un quebranto para el contribuyente", alertó.
Comín sólo ha respondido a las cuestiones realizadas por la Confederación Intersindical del Crédito (CIC) representada por el exlíder de UPyD, Andrés Herzog, puesto que la Fiscalía Anticorrupción no ha realizado cuestiones.
Fernández Ordóñez declarará el jueves
La Audiencia Nacional citó a declarar como investigados en la presunta estafa por la salida a bolsa de Bankia a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España; Julio Segura, expresidente de la CNMV y Fernando Restoy, exvicepresidente de la CNMV de 2008 a 2012 y subgobernador del Banco de España desde entonces y hasta el año pasado.
El auto dictado el pasado 13 de febrero también citaba a Pedro Comín, Mariano Herrera García-Cantauri, Pedro González, Jerónimo Martínez Tello y Javier Aríztegui. La Sala de lo Penal del Juzgado Central considera que existen "indicios múltiples, bastantes y concurrentes de criminalidad" respecto a los responsables de ambos organismos supervisores, el Banco de España y la CNMV.
La Audiencia aceptaba así un recurso presentado por la CIC que acusaba a los investigados de haber autorizado la operación, "pese a las reiteradas advertencias del equipo de inspección del Banco de España de la inviabilidad del grupo y de que la solución de salida a bolsa no debía ser aprobada, pues suponía un grave perjuicio para accionistas, preferentistas y contribuyentes".
Julio Segura, expresidente de la CNMV entre noviembre de 2007 y octubre de 2012, negó en su declaración de ayer que el organismo supervisor hubiera aprobado la salida a bolsa de Bankia a pesar de las advertencias de los inspectores. Segura trató de echar balones fuera hacia el Banco de España. Tanto el expresidente de la CNMV como el que exvicepresidente del supervisor, Fernando Restoy, aseguraron además que desconocían las advertencias de los inspectores del Banco de España.