Ence logró un beneficio de 38,7 millones de euros durante 2016, un buen resultado teniendo en cuenta el desplome de los precios internacionales de la celulosa -bajaron más del 10%- y de la electricidad en España -un 21% menos-, los dos mercados en los que tiene actividad. Asimismo, mantuvo el nivel del flujo de caja recurrente en 109,1 millones, a penas un 2,1% menos.
La empresa propondrá a la Junta el reparto de un dividendo complementario de 0,0473 euros por título, que, sumado al dividendo a cuenta de diciembre, eleva el pago total con cargo a 2016 a 0,0793 euros. Durante el año repartió 41,3 millones, con una rentabilidad para el accionista del 6,6%.
La deuda se redujo un 9,5%, situándose en 218,3 millones, con un apalancamiento de 1,6 veces el resultado bruto operativo (ebitda).
Baja los costes de producción
Con vistas a 2017, la empresa presidida por Juan Luis Arregui arranca el ejercicio con el coste de producción del negocio de celulosa al alza, en los 340,9 euros por tonelada en el cuarto trimestre, muy cerca del objetivo fijado para el cierre de 2017, de 339 euros por tonelada. Durante el conjunto del año, el dato fue peor, de 356,7 euros por tonelada, debido en buena medida a una avería en la planta de Pontevedra durante más de un mes.
Como informó en enero, ya ha vendido toda la producción de celulosa para este 2017, y aplicará una subida de precios hasta los 740 euros por tonelada a partir de marzo; en 2016 el precio medio de la celulosas estuvo por debajo de los 700 euros por tonelada.
En el negocio eléctrico, durante este 2017 los precios serán más altos que el año pasado y la compañía ha sumado las dos plantas de biomasa que adquirió en diciembre y que incrementan su capacidad de producción en un 29%, hasta 143 MW.