
Con dos mandatos a sus espaldas, el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) afronta su tercera etapa con una férrea voluntad: defender al sector ante los nuevos actores que han irrumpido en él. Repasamos junto a él también el estado actual de la hotelería, así como las previsiones de 2017. "Los datos son muy buenos. Lo percibimos ya en Canarias, donde están teniendo un muy buen invierno".
En 2015 fue reelegido presidente de Cehat. ¿Qué balance hace?
Siendo positivo, uno siempre tiene la exigencia de que se pueden hacer más cosas. En relación a Cehat, es la asociación empresarial que representa al conjunto de la hotelería española y tenemos muchos retos por delante, aunque prima la defensa de los intereses del sector. Encaramos la legislatura actual con el ánimo de resolver algunos problemas muy importantes. El primero es el intrusismo y la economía, mal llamada colaborativa, que en realidad es sumergida, es decir, las miles de viviendas que a tráves de las nuevas tecnologías han aparecido en el mercado y están compitiendo dentro de la más absoluta ilegalidad. Participamos con las Administraciones Públicas para que esta situación se regule con leyes justas y que provoquen la menor competencia desleal posible. Al Gobierno le pedimos que las legislaciones de las Comunidades Autónomas se cumplan en base a cuatro prerrogativas: que respeten las leyes de registro, que haya un control de viajeros, que cumplan con la fiscalidad -es decir, que el personal adscrito a estas viviendas esté dado de alta- y, a nivel de telecomunicaciones, le pedimos al Ministerio de Agenda Digital que las plataformas cumplan con la ley acorde a los productos turísticos que comercializan.
El impacto en el sector hotelero es evidente, ¿cierto?
Sin duda, si se observan las cifras de viajeros internacionales, el apartado de tipos de alojamiento muestra que en torno al 20% se alojan en casas de amigos o familiares. Sin embargo, no hay tantas personas que tengan amigos o familiares en nuestro país, sino que se han alojado en viviendas absolutamente descontroladas. Quiero matizar que defendemos la existencia de estas plataformas, pero no puede ser que vendan productos que no estén acordes a la legislación. Tenemos que jugar todos con las mismas cartas.
¿Perciben cierta pasividad por parte de las autoridades?
Este tema ha cogido por sorpresa a la Administración Pública. Algunas Comunidades ya han legislado pero son leyes muy laxas. La legislación de las viviendas turísticas debería ser más restrictiva. Nosotros pedimos que, si los hoteles españoles tienen que cumplir determinadas normativas, estas plataformas cumplan las suyas, aunque no exigimos que sean las mismas.
En términos generales, ¿cuál es la situación de la hotelería española?
Hemos mejorado mucho en el sector y 2016 fue un año muy bueno, de los mejores desde el punto de vista turístico. Que esto viene motivado por situaciones geopolíticas de países competidores, sin duda. Norte de África, Túnez, Egipto, Turquía... han atravesado momentos delicados, sin olvidar que, desgraciadamente, los hechos acaecidos en Francia fueron una circunstancia puntual que ayudó. Ahora lo que tenemos que hacer es fidelizar y dar a conocer nuestras virtudes a estos turistas.
¿Cómo se les puede 'retener'?
Estamos ofreciendo una relación calidad-precio extraordinaria, aunque hay que mejorar todo lo relacionado con formación profesional, aplicación de nuevas tecnologías, mejores servicios... Pero no hay que olvidar algo muy importante: turismo no es sólo tener una buena climatología u hoteles que han realizado grandes inversiones para reformarse, sino que también es que ofrecemos una excelente gastronomía, buenas comunicaciones y sanidad, etc.