Empresas y finanzas

Tres firmas de infraestructuras asaltan el cielo de la bolsa española

Por primera vez, Acciona, Ferrovial y ACS son las favoritas del Ibex 35 para los analistas, que encuentran una oportunidad en un ciclo expansivo para la construcción.

Una década ha pasado ya desde que las mayores constructoras españolas marcaran máximos históricos. Desde 2007, las seis mayores firmas del sector en España han perdido el 12,5 por ciento de su valor en bolsa, lastradas por su elevado apalancamiento y la reducción de la actividad inmobiliaria en territorio nacional tras el pinchazo de la burbuja. Diez años después, tras un fuerte proceso de diversificación y de internacionalización, las constructoras vuelven a convencer a los analistas hasta el punto de que Acciona, Ferrovial y ACS copan el podio de compañías del Ibex 35 con mejor recomendación de la Liga Ibex de elEconomista. Su favoritismo contrasta con la situación de OHL y Sacyr, que han abandonado el Ibex 35 en los últimos meses, no tienen perspectivas de volver al índice y han perdido el favor de los analistas.

Durante este período, Acciona, Ferrovial y ACS han hecho de la necesidad virtud y han sufrido una gran transformación en tres frentes. Por un lado, ante la paralización de nuevas obras en España, han aprovechado para ampliar su foco de acción hasta el punto de que los ingresos obtenidos en territorio nacional no suponen más de un tercio del total. Por otro, el negocio de la construcción ha dejado de ser su pilar fundamental ante el avance de su segmento de servicios. Por último, la losa del endeudamiento es cada vez menos pesada, ya que el apalancamiento de Acciona, ACS y Ferrovial ha pasado de multiplicar por 11 veces su beneficio bruto en 2007 a reducirse hasta las 3,6 veces.

Este cambio de piel ha sido aplaudido por los analistas, que han encumbrado a los tres mayores representantes del sector en España con las mejores recomendaciones de todo el Ibex. Los analistas consideran que la valoración que el mercado otorga a estas compañías se queda corta, al considerar que a sus acciones todavía les queda, de media, un recorrido al alza de cerca del 20 por ciento.

La rotación de carteras que ha tenido lugar tras la victoria de Trump en favor de las compañías cíclicas ha sido insuficiente para impulsar a los títulos de estas firmas por encima de sus niveles previos a la crisis. Ahora, los planes del nuevo inquilino de la Casa Blanca pueden seguir impulsándolas.

Construcción y servicios no 'mandan' en Acciona pero cada vez suman más

Cuando en septiembre del pasado año comenzó la Liga Ibex de elEconomista, Acciona se situaba en la sexta posición en el ránking. Sin embargo, durante las últimas semanas la utility ha ido escalando posiciones hasta encaramarse al liderato. Aunque el negocio de infraestructuras no ha sido lo que ha enamorado a los analistas con respecto a la firma, sí que está sirviendo de impulso para uno de los puntos que están favoreciendo a la empresa: la vuelta al crecimiento.

Una de las principales dudas del mercado con respecto a Acciona es si sería capaz de reducir su desapalancamiento y volver a crecer al mismo tiempo y esta ha comenzado a despejarse. Gracias a una mejora en los márgenes, durante los últimos cuatro trimestres el negocio de construcción ha incrementado su beneficio bruto en un 90 por ciento y ha aumentado su peso sobre el total de la compañía en más de 10 puntos porcentuales mientras la cifra de negocio de este segmento solo se elevaba un 10 por ciento.

"El libro de órdenes internacionales está ganando tracción. La experiencia de la compañía a nivel internacional había sido mixta en el pasado, pero, aparentemente, los pedidos son de mejor calidad en este momento, lo que se está traduciendo en unos márgenes mejores", explican desde Kepler Cheuvreux. La casa parisina calcula que en el tercer trimestre de 2015 el margen bruto de la multinacional se quedaba en el 1,5 por ciento, mientras que en el mismo periodo de 2016 este ascendía hasta el 4,5 por ciento.

"Esperamos un 2017 más fuerte en el negocio de construcción debido a los grandes proyectos que la compañía ha logrado recientemente y estimamos crecimientos del 1 por ciento en todas las líneas de negocio a partir de entonces", destacan desde Haitong.

Otro de los puntos positivos de este segmento de la compañía es la diversificación, ya que aproximadamente el 80 por ciento de su cartera es internacional.

'Volantazo' en la estrategia

Hace solo un año entre los planes de la compañía se encontraba llevar a cabo un despiece ordenado de la misma para lograr poner en valor ciertos activos como Trasmediterranea y Bestinver. El primer negocio que estaba planeado sacar al parqué era el inmobiliario. Sin embargo, el mercado no vio con buenos ojos esta medida y la compañía ha decidido cambiar su estrategia y pasar a vender activos -en 2016 colocó 100 millones de euros-. "Vemos un buen momento operativo en todos los negocios, con catalizadores visibles en la venta de activos, una mejora del apalancamiento y potencial para aumentar el dividendo", señala el equipo de análisis de Haitong.

Con respecto a la caída del apalancamiento, los expertos esperan que la ratio deuda/ebitda pase de cerrar 2016 en las 4,8 veces a acabar en 2019 en las 3,8 veces, lo que implica reducirla en casi una cuarta parte. Uno de los puntos en los que se apoyará para lograrlo es la reducción del coste medio de la deuda, ya que la empresa espera ahorrarse 75 millones de euros anuales a partir de 2017. Con todo esto, los analistas otorgan a la compañía un precio objetivo de 85,25 euros por título, lo que implica un recorrido al alza de más del 16 por ciento. "Nuestro consejo de compra se basa en un aumento significativo en la visibilidad del flujo de caja junto a un renovado interés en el sector renovable", apuntan en JB Capital Markets.

Ferrovial sorteará el ?Brexit? batiendo los 1.000 millones de beneficio bruto

Tras la tormenta llegó la calma para Ferrovial, o al menos eso esperan los analistas, que la han encumbrado con la segunda mejor recomendación del Ibex 35,  solo por detrás de Acciona. Tras poner fin a una racha de cinco años consecutivos subiendo en bolsa, Ferrovial cerró 2016 con una caída del 18 por ciento, lastrada fundamentalmente por el Brexit, ya que cede un 10 por ciento desde el referéndum, convirtiéndose en uno de los dos componentes del sectorial europeo Stoxx 600 Construction & Materials que ceden terreno desde entonces.

Y es que la misma diversificación de su negocio que le había permitido esquivar la crisis hasta el punto de marcar máximos históricos en 2015 -sus competidoras en territorio nacional lo hicieron en 2007-, se ha vuelto en parte en su contra. No en vano, la constructora obtiene en suelo británico el 36 por ciento de sus ingresos, gracias, en parte, a la aportación de su buque insignia en la isla, el aeropuerto de Heathrow, participado al 25 por ciento por la constructora española, así como a través de los aeropuertos de Southampton, Glasgow y Aberdeen. Sin embargo, los analistas consideran que el castigo sufrido en el parqué es excesivo y vislumbran en la compañía un potencial alcista del 22,7 por ciento, hasta los 28,2 euros por acción, recomendando el 85,7 por ciento de ellos tomar posiciones en ella, el porcentaje más elevado en cuatro años.  Se espera que su beneficio bruto se dispare un 10,1 por ciento en los próximos dos años y, de este modo, recupear la cifra simbólica de los 1.000 millones de euros de beneficio bruto en 2018, cuando se prevé que escale hasta los 1.014 millones de euros.

Y es que los expertos estiman que su posición en Reino Unido es menos endeble de lo que han presupuesto los mercados. Si hasta ahora lo que más ha pesado sobre su balanza han sido la depreciación de la libra frente al euro -del 13 por ciento- desde Citi apuntan que este efecto se verá amortiguado, ya que "sus tarifas se encuentran vinculadas a la inflación y los tipos de interés". Además, desde el equipo de análisis de Bloomberg añaden que tras su ampliación "el número anual de vuelos a Heathrow se prevé que aumente de los 480.000 actuales hasta 740.000". Una cifra que podría ser incluso mayor, ya que, como destacan desde la agencia de noticias "el Brexit ha aumentado el incentivo de abrir nuevas rutas para conectar mejor Reino Unido con otros continentes".

Además, su aportación desde el otro lado del Atlántico será cada vez más decisiva. Y es que los ingresos que obtiene la compañía en Norteamérica ascienden al 16,1 por ciento -14,3 por ciento en Estados Unidos y un 1,8 por ciento en Canadá-, pero los analistas barajan que su contribución al grupo se eleve en los próximos años. Por un lado, en Estados Unidos se verá beneficiada por el aumento del tráfico que canalizarán sus autopistas de pago North Tarrant Express y la LBJ Express (ambas en Texas), al tiempo que, en Canadá, pese a que no se prevé un aumento del número de usuarios, sus ingresos también se moverán al alza, gracias a su mayor autopista en el país, la 407, cuya aportación al grupo seguirá al alza. Y es que como señalan desde Citigroup, la subida de tarifas "impulsará su rentabilidad vía aumento de precios más que a través de un mayor volumen". Una vía que los analistas de la entidad aplauden, ya que esta última "necesita de mayores desembolsos en inversiones".

La exposición a EEUU convierte a ACS en la estrella para apostar por Trump

Tras la adquisición de Hotchief, la estrategia del negocio de ACS dio un giro radical. De ser una empresa con un negocio netamente nacional ha pasado a ser la mayor contratista internacional del sector de la construcción. Dentro de este proceso, uno de los grandes focos de la compañía ha sido América del Norte, de donde ya procede el 46 por ciento de su facturación.

Con la promesa de un importante plan de infraestructuras -en campaña Trump aseguró que invertiría 550.000 millones de dólares a lo largo de una década-, la empresa presidida por Florentino Pérez se postula como una de las compañías que podría beneficiarse de un ciclo más favorable para el sector. "El crecimiento de la cartera en América del Norte -del 17,1 por ciento- pone de relieve que ACS dispone de una posición ventajosa para adjudicarse proyectos de construcción de infraestructuras en los ambiciosos planes de inversión bajo la presidencia de Trump", explican desde Bankinter.

En esta misma línea, en Renta 4 destacan que "el sector en Estados Unidos está inmerso en un nuevo ciclo de expansión y recuperación con unas tasas de crecimiento estimadas del 7 por ciento durante los próximos años como consecuencia del crecimiento de población que ha experimentado el país en los últimos años y que no se ha visto acompasado por un nivel de inversión acorde en infraestructuras".

Cuando el 9 de noviembre el magnate norteamericano salió victorioso de las elecciones al otro lado del Atlántico, se produjo una de las mayores rotaciones de carteras que se recuerdan, lo que llevó a ACS a llegar a escalar un 14 por ciento en el parqué. Desde entonces sus títulos han corregido casi un 6 por ciento y los expertos creen que todavía tiene un potencial del 15 por ciento hasta alcanzar los 33,3 euros por acción, lo que implicaría auparse hasta sus máximos del año 2015.

El proceso de desapalancamiento

Otra de las patas del proyecto de la compañía es la caída del endeudamiento. En el año 2009 la ratio deuda/ebitda de la firma se llegó a situar por encima de las 9 veces, un brutal apalancamiento que la empresa ha ido reduciendo de forma paulatina. En concreto, los expertos esperan que cuando presente sus cuentas de 2016 -el 2 de marzo- esta ratio se quede en las 0,7 veces y que los próximos dos años siga cayendo hasta las 0,3 veces previstas para el cierre de 2018.

A día de hoy, la compañía no cuenta con una calificación crediticia, pero ACS pretende reunirse con las agencias de calificación tras la presentación de las cuentas de 2016, con lo que los expertos creen que podría lograr el grado de inversión y mejorar sus condiciones de financiación aunque, probablemente, ya haya dejado pasar la época de mínimos históricos en el mercado de deuda.

"Tras una reducción tan importante del riesgo asociado al pasivo y en un entorno de tipos más favorable a la hora de financiarse entendemos que la compañía debería ser capaz de obtener ahorros financieros adicionales", reflexionan desde Renta 4.

Otro de sus puntos a favor es su atractivo dividendo: a los precios actuales sus pagos de 2017 rentarían un 4,2 por ciento, lo que le convierte en el tercer valor con una política de retribución más jugosa entre las grandes del sector, solo por detrás de Ferrovial y Bouygues.

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