
Juan Luis Ramírez es uno de los tradicionales del capital privado español. Con años de experiencia a su favor y con inumerables inversiones a sus espaldas, hace apenas unos días fue nombrado presidente de la patronal del sector, Ascri, donde hasta la fecha ejercía como vicepresidente. Cercano y optimista, Ramírez recibe a elEconomista en la sede de Portobello Capital, la gestora que fundó junto a otros tres socios y una de las más exitosas en los últimos años tanto por número de operaciones como por retorno de éstas. Durante la entrevista, el nuevo presidente de Ascri habla del futuro del capital privado en España, de los desafíos que enfrenta este negocio y de la posición que ocupa respecto al resto de Europa.
¿Qué retos asume con la presidencia de Ascri?
En primer lugar, todo lo que tiene que ver con la seguridad jurídica. Creo que tenemos mucho que mejorar, sobre todo si queremos que Madrid se convierta en un polo de atracción para el sector con el Brexit. Por otro lado, los inversores españoles no están invirtiendo en este tipo de activo en la misma proporción que lo hacen los fondos de pensiones europeos o americanos y las aseguradoras internacionales, muchas veces por desconocimiento y falta de información. Además, de otros problemas regulatorios para invertir como son las comisiones en cascada, que estamos intentando solucionar.
¿Cómo va el tema del pago adelantado del impuesto de sociedades?
Es una pena ese error que creemos que se ha cometido o, como nos han dicho en alguna instancia ministerial, esa "incidencia regulatoria". Después de lo que hemos trabajado para que los inversores confíen y conozcan el vehículo español, el que haya de repente esta situación nos echa por tierra el trabajo de muchísimo tiempo. Todavía estamos a tiempo de enmendarlo. El próximo pago tendría que hacerse en marzo y somos moderadamente optimistas. Creemos que sí se va a resolver. Es absurdo, los vehículos de private equity y de venture capital tienen que ser neutros. No puedes meter una tributación al propio vehículo, pues ya tributa el que invierte en él. Si hay una excención del 99% para los fondos de capital riesgo, ¿por qué hay que anticipar un tributo que luego no se va pagar? Es como darle un crédito al Estado gratis, pero que cuesta un dineral.
¿Cómo ve el negocio del capital privado en España?
España es un mercado estupendo para invertir, en el que el 65% del PIB lo componen empresas familiares y pymes. Ese mismo ratio si nos vamos a otros países como Reino Unido no llega ni al 30 por ciento. Aquí tenemos campo para mirar y comprar durante muchísimos años. La dimensión de las empresas es pequeña, lo que supone un problema cuando quieren competir en mercados globales. Eso es un caldo de cultivo maravilloso para nosotros para comprar la líder de cada nicho para poder aglutinar a todas esas tan pequeñas en mercados tan fragmentados y hacerlas crecer generando mucho valor. Estas oportunidades las ven los inversores extranjeros con mucho interés porque en toda esa ecuación hay que sumarle que España tiene un Gobierno más o menos estable, un escenario de crecimiento que dobla los del resto de los países competidores, unos índices de consumo y confianza buenísimos y las exportaciones han pasado del 20 al 35% del PIB.
¿En qué sectores ve más oportunidades de inversión ahora?
En alimentación, la industria auxiliar del automóvil o bienes de equipo. Además, España es un país de turismo, todo lo relacionado con ello tiene interés. En construcción también veremos oportunidades, queda mucho por recorrer hasta que volvamos a niveles normales.
¿El Fond-ICO Global crea una burbuja falsa de dinero?
Algunos inversores me lo preguntan. Yo creo que no. Ha sido una ayuda al sector impresionante, precisamente porque viene a suplir la falta de inversores españoles que existe. En capital privado lo llamamos dry podwer (dinero disponible para invertir), que antes de la crisis eran 6.000 millones, pero en 2012 bajó a 1.400 millones. Ahora estamos como en la mitad. Si los inversores españoles invirtieran una cantidad similar a la que lo hacen los internacionales, tendríamos al año tres Fond-ICO Globales. Ha sido muy exitoso, pero hace falta que haya mucho más dinero.
¿Por qué en España no triunfan todavía los fondos de deuda?
Lo lógico es que la financiación a largo plazo fuera un 80 por ciento suya, como ocurre en EEUU o Reino Unido. En España tenemos grandes bancos que compiten con ellos y más con la inyección de dinero del BCE. Cuando acabe esta "barra libre" creo que la proporción de los fondos de deuda debería crecer.
¿Y los de mercado secundario?
Sí, han habido operaciones, pero tampoco hay mucho donde comprar. En Portobello hicimos una operación secundaria en 2015. Es un mercado que se va a desarrollar. Creo que ahora la proporción es pequeña como consecuencia de que hay muchas oportunidades primarias de empresas familiares, que siempre son mucho más atractivas.
¿Qué posición ocupa España frente al resto de Europa en el sector?
En número es parecido porque en el mercado mediano hay muchas operaciones. Sin embargo, en volumen la cifra será muy inferior. Hay muchísimo recorrido por delante.
¿Qué debe hacer el sector para atraer a los inversores?
Hay que demostrar que damos retornos consistentes. En España, tradicionalmente, no ha habido un track record muy grande, pero porque empezó con posiciones minoritarias y en esos casos es muy difícil. Además, la financiación tampoco estaba tan estructurada como ahora. Desde hace diez años, los fondos lo están haciendo muy bien y demostrando que España es un país donde se pueden conseguir retornos incluso mejores a los de otros países.