Empresas y finanzas

Las bodegas extremeñas se enfrentan al cava catalán por limitar la producción

  • El consejo impide plantar más viñedos para no devaluar la marca

Guerra del cava en plena campaña navideña. Las bodegas extremeñas se han rebelado contra el consejo regulador porque, según denuncian, les impide aumentar su producción en pleno boom de ventas. El cava es la única denominación de origen española que abarca territorios en distintas comunidades autónomas. Con cerca de 34.000 hectáreas en todo el país, el 97,5% de la producción se concentra en Cataluña, pero hay también cava en Extremadura, Valencia, La Rioja, Aragón, Navarra y el País Vasco.

El problema es que el consejo, que tiene su sede en la localidad barcelonesa de Vilafranca del Penedés ha solicitado al Ministerio de Agricultura autorización para limitar la producción y permitir el año que viene la plantación de únicamente 168 nuevas hectáreas, una cantidad que los productores extremeños califican de insignificante y que, según dicen, les impide crecer. En la práctica supone apenas un 0,5% de superficie adicional a la que ya está autorizada.

Jacinto Guerra, secretario general de la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura (Asevex), explica que "en los últimos cuatro años las ventas del cava extremeño han pasado de 200.000 botellas a cinco millones y las perspectivas son muy buenas". Guerra explica que "aunque al principio el cava extremeño empezó a crecer por un boicot a los productos catalanes desde el resto de España, la razón ahora de la fuerte expansión que se está llevando a cabo es sobre todo la entrada en el mercado de la empresa López Morenas, que tiene una potentísima red de distribución".

El poder de 'Lar de Plata'

Esta compañía, que opera en distintas denominaciones de origen, produce los cavas Lar de Plata y Bonaval, cuya demanda ha crecido con mucha fuerza en los últimos años. Para la asociación Asevex, la decisión del consejo regulador beneficia a la comarca de Penedés y, sobre todo, a la localidad de Sant Sadurní d'Anoia, de donde sale la gran mayoría del cava que se consume en toda España.

"En Extremadura, el cava se produce en Almendralejo, donde tenemos actualmente unas 500 hectáreas, y lo que necesitamos es que nos permitan plantar más hectáreas para poder competir y seguir creciendo", asegura el secretario general de Asevex. Esta asociación muestra, sin embargo, su sorpresa porque en el resto de las zonas productoras no se haya levantado también la voz. "Es probable que la situación sea distinta, porque en el resto de los casos lo que se pretenda sea que no entren nuevos productores, pero aquí queremos seguir creciendo", insiste Jacinto Guerra.

El consejo se justifica

En el consejo regulador de la denominación origen cava insisten, sin embargo, en que la decisión de limitar la producción no es algo que se haya hecho en ningún caso para perjudicar a las bodegas extremeñas o de cualquier otra comunidad autónoma y mucho menos para beneficiar a los productores catalanes en detrimento del resto.

"Es cierto que hemos limitado la producción, pero aún así es una medida que afecta sólo al año que viene y además se permiten algunas hectáreas nuevas", asegura María Eugenia Puig, secretaria general del consejo. La explicación, según dice, es completamente distinta.

"Actualmente, y con el nivel de ventas que tenemos, no hace falta más producción en ningún caso. Se elabora todo el vino que se necesita y si produjéramos más, lo único que se conseguiría es devaluar al sector y la marca del cava", insiste la secretaria general del consejo regulador. Puig recuerda además que lo que se ha aprobado en el consejo es sólo una propuesta, porque la autorización final corresponde al Ministerio de Agricultura. De hecho, los productores extremeños están intentando movilizarse para que el departamento que dirige Isabel García Tejerina lo permita.

El sector del cava volvió a pinchar en el mercado español en el último ejercicio, con un pequeña caída del 0,8%. Fue un mal dato que cogió por sorpresa a todos, sobre todo porque al principio las expectativas habían sido muy buenas y hasta septiembre las ventas habían llegado a subir un 7%. María Eugenia Puig se muestra ahora optimista y dice que las previsiones son buenas, aunque todo dependerá de lo que pase a partir de ahora. El cava sigue siendo un producto muy estacional y concentra en la campaña navideña alrededor del 40% de sus ventas anuales.

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