
Arabia Saudí ha decidido modificar las condiciones de financiación del proyecto de construcción del Metro de La Meca tras la crisis del petróleo, de forma que se regirá bajo el modelo de asociación público-privada (PPP, por sus siglas en inglés).
Las autoridades del país ya han contactado con las empresas involucradas en el proyecto, entre las que figura Isolux Corsán, para comunicarles el cambio y han iniciado la búsqueda de fondos de inversión para financiar la infraestructura, cuyo presupuesto total alcanza los 16.000 millones de euros, según explican fuentes financieras.
Isolux Corsán lidera el consorcio que resultó seleccionado en julio de 2015 como oferta preferente (preferred bidder) para la construcción de las líneas B y C del Metro de La Meca. Lo completan la turca Kolin naat Turizm Sanayi ve Ticaret y la saudi Haif Company. Este contrato tiene un presupuesto de 2.300 millones de euros. Es el mayor de entre los adjudicados hasta la fecha dentro del macroproyecto en la Ciudad Santa, que supondrá la ampliación del suburbano en cuatro nuevas líneas, que se sumarán la existente de Al Mas- haaer Al Mugaddassaf.
Entonces, Isolux informó de que el cliente había iniciado la fase de negociación con las empresas y que se esperaba "la firma del contrato en los próximos meses". Sin embargo, la crisis del petróleo que se precipitó con posterioridad en Arabia lo ha impedido hasta la fecha.
Al margen del contrato de Isolux, Arabia Saudí también ha seleccionado a las empresas para otros tres lotes, que suman cerca de 2.000 millones. Figuran, entre otras, la francesa Alstom, que se encargará de los sistemas de la infraestructura. Las líneas A y D, por el momento, siguen en fase de estudio.
Inicialmente, Arabia Saudí había comprometido la financiación del Metro de La Meca con fondos públicos, pero el desplome del petróleo ha asestado un duro golpe a la economía del país. No en vano, las autoridades saudíes preparan un plan para hacerla menos dependiente del precio del crudo y reducir el déficit que contempla, entre otras medidas, la cancelación de proyectos por 20.000 millones de euros. Con la decisión de dar entrada a fondos de inversión, Arabia Saudí constata su interés en relanzar el proyecto. En abril, esta infraestructura fue incluida entre las prioritarias dentro del Plan de Visión 2030 del Gobierno saudí.
Son los responsables del cliente, Mecca Mass Rail Transit Company, quienes han iniciado la búsqueda de inversores internacionales, aunque al mismo tiempo contará con la colaboración de las empresas adjudicatarias.
Consolidación en el país
Los cambios en el proyecto, en cualquier caso, sólo afectan a la financiación del proyecto. Las cuestiones técnicas se mantienen. Así, la línea B, de 11,9 kilómetros, supondrá la construcción de tres estaciones. El tramo de la línea C, con 13 kilómetros, comprenderá la ejecución de seis estaciones, incluidos dos grandes intercambiadores.
Los principales elementos del contrato son las estaciones e intercambiadores con su obra civil, rampas de acceso, grandes cubiertas y marquesinas, y los túneles. El proyecto implica también la ejecución de más de 1.175 metros de viaductos así como grandes pasos peatonales.
Además incluye la demolición de las estructuras existentes e instalaciones, control y desvíos de tráfico, la identificación y relocalización de servicios afectados, y todas las demás obras auxiliares que sean necesarias.
El del Metro de La Meca es el mayor contrato de Isolux, que el pasado verano acordó con los acreedores la reestructuración de su deuda, por la que bancos y fondos controlarán el capital de la compañía y los accionistas de control, Luis Delso y José Gomis, se verán diluidos hasta el 5%.
Para la constructora que preside Nemesio Fernández-Cuesta supondrá consolidar su presencia en Arabia Saudí, donde ya está presente con varios proyectos, entre los que destacan el diseño, suministros y construcción de dos subestaciones de transmisión por 45 millones y la construcción de un parque de almacenamiento de productos en Um Alwal por 120 millones.
Para Isolux, el contrato del Metro de La Meca implica un volumen de negocio de más de 800 millones. Al cierre del tercer trimestre del año, la cartera del grupo alcanzaba los 5.645 millones. De ellos, Oriente Medio y África representan el 13%, por detrás de Latinoamérica (47%) y Asia (20%).
Se suma al 'AVE del desierto'
El Metro de La Meca es una infraestructura estratégica para el Gobierno de Arabia Saudí y su apuesta por mejorar el transporte en los lugares sagrados del país ante la previsión de que el número de peregrinos se multiplique en los próximos años. A este respecto, un consorcio de empresas españolas y saudíes está ejecutando la línea de alta velocidad entre Medina y La Meca. Con un presupuesto de 6.700 millones, recientemente se ha acordado la ampliación del plazo de entrega hasta marzo de 2018 y la compensación de una parte de las desviaciones económicas incurridas.
Al margen del AVE del desierto, Arabia Saudí también promueve otro de los mayores proyectos de infraestructuras del mundo: el metro de Riad, que construye la española FCC, y que está valorado en 6.000 millones de euros.