Empresas y finanzas

Casi la mitad del crédito moroso que soporta la banca procede de pymes

  • Su tasa de impagos duplica a la de Alemania, Francia o Reino Unido

Los apuros de las pymes durante la crisis, por caída del negocio y asfixia de liquidez, dispararon su mortandad y aún pesan sobremanera en los balances bancarios. Un 45% de los 122.508 millones de euros en créditos dudosos acumulados por las entidades en junio tienen origen en una empresa de dimensión media o pequeña, el 27% proceden de impagos de familias -un 20% por crédito al consumo y el 7% en hipotecas- y el 26% restante de corporaciones de mayor tamaño.

Las cifras desveladas por el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera ponen negro sobre blanco otra realidad de la crisis: las pymes fueron a la vez las mayores víctimas del cerrojazo del crédito y grandes causantes del corrosivo impago de los balances, extremos que pudieron retroalimentar la dificultad para recibir financiación.

Los graves problemas que atravesaron buena parte de las antiguas cajas de ahorros dejaron ?huérfanas? de proveedor a una inmensa mayoría porque cajas y bancos competidores les escatimaban el préstamo, al desconocer su capacidad de pago por carecer de balances contables o, incluso, los ratings que sí tienen las grandes empresas.

Tal fue el ahogo y la preocupación que el Gobierno reguló para favorecer su financiación, bancaria y por otros circuitos, y ahí nacen las medidas específicas del Banco Central Europeo (BCE) para que les llegue el crédito y a precios inferiores. Y es que la casi imposibilidad de evaluar la capacidad de repago llevó al mercado a fijar condiciones draconianas, con exigencias de altas garantías y precios, en algunos casos, 5 y 7 puntos por encima del euríbor. Su precio frente a las grandes compañías les separaba más de 3 puntos, según denunció el organismo dirigido por Mario Draghi.

Las alarmas eran altas porque es el tejido que realmente vertebra la actividad en el país -dan empleo a más del 90% del personal- y la extinción de pymes era constante, al caer su actividad con la crisis y lo difícil de lograr financiación.

El análisis del Banco de España revela que el 57% de los impagos en pymes procede de compañías vinculadas por el sector inmobiliario y construcción, cuya debacle arrastró a la misma economía. Pero otro 43% es de actividades distintas a esa industria.

Que España sea un país de pymes y esos problemas hacen que aún hoy su tasa de morosidad duplique a la de otros mercados. Según el ejercicio de transparencia realizado por la autoridad bancaria europea (EBA, por sus siglas en inglés) al sector financiero este año y desvelado el pasado viernes, la mora de pymes en España roza el 20%, cuando en Francia se mueve en el 8-9% y no alcanza el 5% en Reino Unido. Peor desempeño acusa la banca en Portugal, Grecia o Italia, con alrededor de un tercio de los préstamos otorgados a pequeñas y medianas compañías con varias cuotas fallidas.

La EBA ha sondeado a las entidades y más del 40% son optimistas sobre una mejora en la calidad de los activos de las pymes en los próximos doce meses frente a un 10% convencido de que no se ha visto lo peor. En diciembre de 2015 el 40% de los bancos esperaba justo lo contrario: más fallidos y peor repago de pymes.

A pesar de la alta incidencia, algo que influye en el análisis de las operaciones previas a prestar o no dinero, la cartera problemática de las pymes se ha reducido un 22,7% interanual en junio y acelera su saneamiento, acelerándose el descenso en el último año desde el 14,8% observado en junio del ejercicio previo.

Dentro de este colectivo de clientes coge, precisamente, ritmo en segmento ligado al ladrillo (su morosidad cae un 26,7% frente a la disminución del 16,7% en el resto de pymes).

Un factor determinante es que se declaran menos impagos cada día que pasa. El saldo de nuevos fallidos retrocedió un 33,9% en pymes, inferior eso sí, al 42,7% en grandes empresas.

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