Acciona ha obtenido un beneficio neto de 348 millones de euros durante los tres primeros trimestres del ejercicio, un 109,3 por ciento más que en el mismo período del año anterior, por extraordinarios. Y los ha aprovechado -la venta de Acciona Wind Power (AWP) a Nordex de aportó 657 millones- para una reestructuración de la deuda que le ha costado 301 millones.
Esta reestructuración, más 318 millones destinados a provisionar operaciones fallidas, ha impactado en el beneficio, que ha sido menor de lo previsto por los analistas, lo que derrumbó la acción en la apertura del mercado. No obstante, el resultado bruto operativo (ebitda) fue mejor de lo esperado, situándose en 840 millones, un 4,8 por ciento menos, y la empresa ha ratificado que este 2016 obtendrá un ebitda similar al de 2015, que fue de 1.174 millones. Al cierre de la sesión bursátil, tras recuperar más de la mitad de lo perdido, se dejó un 2,71 por ciento, mientras que el Ibex retrocedió un 0,95 por ciento.
En el desglose del ebitda del período, la división de energía aportó un 21,4 por ciento menos, sumando 534 millones, por la fuerte caída del precio de la electricidad en España y la desconsolidación de AWP. Esta bajada se compensó con la aportación de las demás áreas de actividad del Grupo: Infraestructuras -que engloba Construcción, Agua y Servicios- creció un 79,4 por ciento hasta 203 millones; y el resto -Transmediterránea, Bestinver, viñeros, etéctera- subió un 16,8 por ciento, hasta 104 millones.
Abaratamiento de la deuda
Juan Muro Lara, director general de desarrollo de la firma, declaró ante los analistas que la refinanciación acometida forma de parte de un cambio de su modus operandi, desde el "tradicional" modelo de endeudamiento para acometer cada proyecto -project finance, en inglés- a otro en el que tenga más peso la financiación corporativa a la hora de invertir.
En cualquier caso, la empresa ha extendido un crédito sindicado a cinco años de 1.800 millones hasta 2021 -incrementándolo hasta los 2.200 millones- y ha refinanciado 2.017 millones en plantas renovables, tanto en España como en México, Chile y EEUU.
Estas operaciones le permiten minorar el coste de la deuda, que ha pasado del 5,49 por ciento al 4,83 por ciento y ahorrar 75 millones al año, a partir del próximo. El importe total del pasivo, por otro lado, ha crecido un 5,2 por ciento, situándose en 5.426 millones, sin contar 400 millones de instalaciones en venta. La compañía afronta vencimientos crecientes, que arrancan con 220 millones en 2017 y culminan con 379 millones en 2020.
Salto de la inversión
La inversión durante el período ha llegado a los 705 millones, casi 10 veces más, repartida entre Energía, con 387 millones, e Infraestructuras, con 298 millones, incluyendo aquí la adquisición total de ATLL.
También se adjudicó 673 MW de potencia renovable en Australia, Chile y México, de los que espera una rentabilidad de doble dígito.