
El presidente de Commerzbank, Martin Zielke, ha señalado hoy que el recorte de 9.600 empleos, casi un 20% de la plantilla, es necesario para que el segundo banco de Alemania, que está parcialmente nacionalizado, sea rentable.
El nuevo presidente de Commerzbank presentó ante la prensa el plan de reestructuración, que calificó de "proceso doloroso para el banco y para cada individuo afectado". La reducción de empleo es "necesaria para poner en forma al banco para el futuro, aunque Commerzbank es estable, no es rentable", según Zielke.
El presidente de la junta directiva de Commerzbank ha destacado que en los últimos años han mejorado la calidad del balance, reducido riesgos y fortalecido significativamente el capital.
El presidente también ha hecho hincapié en que el entorno es desafiante, entre otras razones por los bajos tipos de interés, y que por ello es necesario una transformación del banco.
El objetivo de Commerzbank es un crecimiento rentable y para ello necesita recortar costes. En caso de que mejoren los tipos de interés, también mejorarán sus posibilidades de lograr ingresos y de ganar dinero.
Creará 2.300 puestos
Commerzbank quiere recortar 9.600 empleos a tiempo completo pero que creará 2.300 puestos de trabajo en áreas de crecimiento. Así pues, la reducción neta de empleos es de 7.300 puestos de trabajo, añade la entidad de crédito.
El plan de reestructuración costará 1.100 millones de euros por lo que Commerzbank no repartirá dividendos de 2016.
Ahora la dirección de la compañía va a negociar con los representantes de los trabajadores la reducción de puestos de trabajo.
El Gobierno alemán rehusó ayer comentar estos planes de reestructuración y la nueva estrategia del banco en el que todavía tiene una participación del 15%.
A finales de 2020 Commerzbank quiere haber incrementado de forma sostenible su rentabilidad, se concentrará en sus actividades principales y digitalizará el 80% de sus procesos relevantes.
Commerzbank se va a concentrar en dos segmentos de clientes: uno que agrupará a la banca privada y las pequeñas empresas y otro donde estará las empresas medianas y grandes y la banca de inversión.
El segundo banco de Alemania prevé unas depreciaciones de activos por valor de 700 millones de euros en el tercer trimestre de 2016, periodo que arrojará pérdidas.