Empresas y finanzas

Amortizar hipoteca: cuándo resulta rentable

Dremstime

No es la primera alternativa que se viene a la cabeza cuando uno piensa qué hacer con su dinero, pero en realidad existen otras opciones menos típicas para el inversor más conservador que lidia con un entorno de tipos cero, en el que ni los depósitos, ni los fondos monetarios ni la renta fija guardan ya atractivo.

Y esa alternativa pasa por la vivienda y por la desgravación fiscal de la que se pueden beneficiar hoy quienes contrajeran una hipoteca antes de enero de 2013, por la que todavía se pueden deducir un 15% de las cantidades aportadas hasta un máximo de 9.040 euros anuales. Analizamos en qué casos sale a cuenta aportar ese tope, ahora que las hipotecas de más de seis años se podrán amortizar sin comisiones además, en lugar de intentar buscar retornos en los activos más seguros.

Saber si compensa o no es fácil. Desde un punto de vista financiero, explica Paula Satrústegui, directora de planificación financiera de Abante, conviene mantener la hipoteca siempre que la rentabilidad de las inversiones financieras -es decir, de los depósitos, deuda, bolsa o el activo en cuestión- sea superior al coste de financiación. En otras palabras, si consiguió beneficiarse de un tipo bajo en su hipoteca y con su cartera de activos puede igualarlo o superarlo, entonces puede que no le convenga.

Sin embargo, "en un mundo de represión financiera", continúa, "en el que los activos monetarios y la renta fija ofrecen poca rentabilidad y es preciso acudir a la renta variable para obtener rendimientos superiores a la inflación, esta opción, la de amortizar la hipoteca anticipadamente con el fin de deducirse el 15% sobre el importe abonado con un máximo de 9.040 euros anuales, sí que interesa a los inversores conservadores que no se sientan cómodos con el riesgo", concluye.

Ese tope -de 9.040 euros al año- es para las declaraciones de la renta individuales, y en el caso de que la declaración sea conjunta también se establece esa cantidad por unidad familiar.

Los números sobre la mesa

Desde Abante lo ilustran con un ejemplo: imagine que cumple con los requisitos -es decir, que a día de hoy está unido a una hipoteca por adquisición de vivienda habitual previa a enero de 2013- y que paga una cuota anual de 6.000 euros -500 euros al mes-. Hasta llegar a ese máximo de 9.040 euros podría amortizar de forma anticipada 3.040 euros con el objetivo de poder beneficiarse de la deducción fiscal en el IRPF.

De hacerlo, el ahorro fiscal alcanzaría los 456 euros al año. Sin embargo, hasta ahora no se han tenido en cuenta las dos variables que determinan si esta operación compensa o no a un ahorrador: se trata del coste de financiación -que lo dejaremos fijo en el 1%- y del posible retorno que podría lograr invirtiendo su dinero en distintos activos.

En el supuesto de que su cartera arrojase un interés inferior al 1% entonces sí que sería recomendable amortizar la hipoteca anticipadamente, ya que, además del ahorro fiscal, evitaría pagar ese 1% de coste asociado. Lo que significaría que si amortiza anticipadamente 3.040 euros, lograría en total un ahorro de 486,4 euros.

Pero si los activos incluidos en la cartera rinden más de ese 1%, lo cual es prácticamente imposible lograr sin asumir riesgo, entonces el escenario cambia. Si sus inversiones ofrecen un retorno del 2%, entonces no sale a cuenta renunciar a ese 2% de rentabilidad para amortizar anticipadamente una hipoteca cuyo coste de financiación es del 1% porque directamente estaría renunciando a un 1% de rentabilidad -aunque luego el ahorro fiscal compensase ese coste-.

Los españoles siguen usando esta vía

A pesar de que esta medida se eliminó hace ya más de tres años para las compras posteriores a 2013 -aunque se estableció que su supresión no tenía carácter retroactivo-, lo cierto es que una parte importante de los españoles se siguen beneficiando de ella. Según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria, concretamente 4,62 millones de contribuyentes desgravaron hipoteca en 2014, cifra que, no obstante, se reduce cada año. Lo que se tradujo en un coste para el Estado superior a los 3.500 millones de euros, prácticamente un 40% menos que en 2007, en pleno boom inmobiliario.

En cualquier caso si su perfil es conservador pero adquirió su propiedad habitual con posterioridad a enero de 2013 esta alternativa no es posible. No podrá ahorrar una cantidad importante vía desgravación, pero siguiendo la lógica anterior sí que tendrá sentido amortizar la hipoteca de forma anticipada siempre y cuando no esté dispuesto a asumir riesgo y obtenga por sus activos intereses inferiores al coste de financiación que exige su hipoteca.

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