Empresas y finanzas

Ingeniería financiera para salvar el italiano Monte dei Paschi di Siena

El banco más antiguo del mundo utilizará las últimas técnicas de ingeniería financiera para evitar su rescate y estabilizar su situación financiera, en una operación no exenta de riesgos que pasa por constituir su propio 'banco malo' y recapitalizarse con el apoyo de sus accionistas, de la banca italiana y de varios bancos internacionales. Las acciones de la entidad han sido suspendidas de cotización tras caer más del 5%.

La solución en Italia no pasa por la participación del Estado en el rescate bancario y las iniciativas, tardías, están partiendo del propio sector. La Banca Monte dei Paschi di Siena (BMPS) no sólo ha suspendido los test de estrés, sino que ha sido puesta en evidencia.

Así las cosas, o se producía un rescate público, algo a lo que se negaba tanto el Gobierno italiano como la propia institución, o la entidad buscaba en el mercado su supervivencia. La banca italiana creó en abril el Fondo Atlante, cuyo objetivo es proporcionar financiación para gestionar activos morosos fuera del balance de los bancos italianos y contribuir a su saneamiento.

Es decir, generar 'bancos malos' para cada una de las entidades que lo precisen participando en su financiación. Este fondo es decisivo en la solución del BMPS. Lo que se pretende es titulizar fuera de balance toda la cartera crediticia en recuperación del banco, compuesta por activos muy deteriorados por importe de 27.700 millones.

El valor que pretende obtener es de 9.200 millones , es decir, un 33% de su valor bruto y unos 1.000 millones inferior a su valor en libros (10.200 millones), que se dotará previamente como mayor cobertura de la cartera.

Para que nos hagamos idea de la magnitud del problema, BMPS declara un total de activos deteriorados de unos 45.000 millones brutos, aunque su valor actual en libros no pasa de los 24.100 millones, lo que implica una ratio de cobertura promedio de algo más del 46&, coberturas que se concentran especialmente, como es lógico, en la cartera que se pretende titulizar, cuya ratio es del 63,3% y que pasará a ser del 67% para posibilitar la venta por un precio no superior al 33% de su valor bruto.

Activos dudosos

No todos los activos dudosos se van titulizar, pues la entidad retendrá 13.900 millones netos, precisamente aquellos que tienen menores coberturas por suponer un nivel de deterioro menor. Es decir, de todos los activos dudosos, va a sacar del balance algo más del 42%, reteniendo un 58%. Se puede afirmar que tras esta operación no queda un banco completamente saneado, pero sí viable.

Con la situación actual de los activos, el banco es inviable a medio plazo, y podría tener que afrontar dotaciones por más de 10.000 millones que lo haría quebrar. Los pasos que se van a dar son los siguientes: aumento de las coberturas sobre los activos dudosos (por 3.200 millones), titulización fuera de balance de los bad loans yrecapitalización de la entidad tras el incremento de coberturas.

Ya hemos dicho que deben incrementarse las coberturas de los activos que se van a titulizar en 1.000 millones de euros, a lo que se deben sumar otros 2.200 millones para aumentar las coberturas de los activos dudosos que se mantendrán en el balance del banco. Así, se reducirá el patrimonio neto en aproximadamente 3.200 millones. La recapitalización es imprescindible y se ha previsto por 5.000 millones para lograr una ratio de capital del 11,7%.

Hay que destacar que cuando se tituliza fuera de balance una cartera crediticia, el banco deja de ser propietario de los activos y, por tanto, deja de tener que respaldarlos con capital. Así, puede volver a prestar al tener capital disponible para respaldar las nuevas operaciones y además cumple con las exigencias regulatorias. Uno de los inconvenientes que tiene una titulización de activos deteriorados es obtener las calificaciones crediticias necesarias en grado de inversión.

BMPS pretende obtener estas calificaciones en base a una due diligence de la cartera que tenga en cuenta el bajo valor de la transacción (33% del valor bruto) y las posibles garantías y posibilidades de recuperación de los activos. Además, la estructura de capital de la sociedad vehículo está pensada para que el inversor senior quede protegido frente a eventuales pérdidas por híbridos y subordinados.

El vehículo de titulización, que debe desembolsar 9.200 millones de euros, los va a obtener mediante los siguientes instrumentos: 6.000 millones mediante bonos senior que se pretende tengan grado de inversión, sean elegibles por el BCE y tengan la cobertura del fondo de garantía de inversiones italiano; 1.600 millones aportados por el Fondo Atlante en deuda mezzanine, es decir, mediante instrumentos híbridos subordinados convertibles; 1.600 millones aportados por los accionistas de BMPS en deuda subordinada. La recapitalización de BMPS por importe de 5.000 millones de euros gozará del aseguramiento de diversas entidades bancarias italianas y europeas.

Este esquema será repetido por otras entidades italianas que generarán su propio banco malo obteniendo financiación híbrida del Fondo Atlante y el apoyo de sus accionistas. Italia ha llegado muy tarde, pero el mercado está siendo mucho más benévolo con sus entidades que lo fue, por ejemplo, con las españolas, que tuvieron que reconocer mucho antes sus problemas. Esta operación no está exenta de riesgos, siendo el principal que la recuperación de la cartera crediticia sea inferior al 33%. En este caso, las pérdidas se trasladarían en primera instancia al Fondo Atlante, tenedor de híbridos del vehículo, que las podrá reducir mediante el derecho a obtener acciones del banco al que presta su ayuda. Una arquitectura financiera compleja pero cuyo principal activo es que elude las ayudas públicas. Ahora, con unas finanzas más estabilizadas en la zona euro y muy bajos tipos de interés se quede hacer, en los tiempos que le tocaron a España no. Quizás esperar no era tan malo, si te lo consienten.

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