
Reino Unido representa un mercado principal para algunas de las mayores constructoras de España, como Ferrovial y FCC. Ante el inesperado resultado del referéndum, ambas, no obstante, llamaron ayer a la prudencia. Su negocio se sustenta en buena parte en la actividad de servicios (regulada). La salida de Reino Unido acarreará, previsiblemente, una subida de la inflación y, en consecuencia, de las tasas, lo que repercutirá positivamente en su cuenta de resultados. Por el contrario, enfrentarán una libra más barata que tendrá efectos sobre la facturación y los dividendos que cobran. La incertidumbre, en cualquier caso, es máxima.
Tanto Ferrovial como FCC se consideran en Reino Unido empresas locales. Al fin y al cabo, la primera está presente en el país desde hace 12 años, mientras que la compañía que controla Carlos Slim remonta su actividad a 1989. "Como la mayor parte de los costes de los negocios que tenemos en Reino Unido, como Amey, en servicios, nuestra participación en Heathrow y los otros tres aeropuertos (Glasgow, Aberdeen y Southampton) y algunos contratos de construcción, están en libras, no tendríamos una exposición a la moneda más que en los resultados, en los dividendos o en el valor de las inversiones", señaló Del Pino.
Riesgos ineludibles
Las grandes empresas, además, han acometido estrategias en los últimos meses para reforzar las coberturas de las inversiones en Reino Unido. Ahora bien, los riesgos son ineludibles. En el caso de Ferrovial, Del Pino avanzó entonces que "tenemos cubiertos una parte nada más de esas inversiones en los mercados financieros y el resto creemos que es mejor dejarlo como está". No imaginaban que los británicos dirían no a la Unión Europea.
Para Ferrovial, Reino Unido es su principal mercado. Representa el 36 por ciento de la facturación y el 9 por ciento del resultado bruto operativo (ebitda). Incluso tiene radicada en Oxford la sede de Ferrovial Internacional. En un informe, Goldman Sachs eleva la exposición por ventas de Ferrovial hasta el 43 por ciento, colocándola como la empresa extranjera más expuesta a Reino Unido.
Desde la compañía señalaron ayer que la multinacional española "respeta la decisión" y aseguró que "mantendrá su presencia en el país, desarrollando con total normalidad sus actividades en aeropuertos, servicios, construcción y autopistas para sus usuarios y clientes". Hasta el Brexit, la estrategia de Ferrovial en Reino Unido estaba enfocada a una apuesta decidida por mantenener los márgenes, más que por conseguir grandes crecimientos, en un contexto de austeridad impuesta en el país.
Para FCC, Reino Unido supone menos del 15 por ciento de los ingresos, del beneficio operativo y de la deuda. Ahora bien, ?tenemos nuestros ingresos, nuestros gastos y nuestra deuda en libras? y ?son negocios ligados a la vida cotidiana de los británicos (como recogida y reciclaje de residuos, construcción ya en ejecución de obras como el Puente de Mersey?), por lo que no esperamos una repercusión excesiva en nuestra actividad?.
ACS, a través de su filial de construcción Dragados, Hochtief y Turner también tiene una presencia relevante, con 506 millones facturados en 2015. Es, en todo caso, su décimo mercado por ingresos. El grupo ha participado en proyectos como el Crossrail y recientemente se adjudicó la construcción de un túnel en una mina por casi 1.000 millones. Sacyr también tiene obras en el país, mientras que OHL trabaja en el desarrollo de un hotel de lujo en el histórico Old War Office, en Londres. Acciona, en la actualidad, apenas tiene presencia en el país.
Las principales constructoras e ingenierías españolas aspiran a acometer las obras de la línea de alta velocidad entre Londres y Manchester, con una inversión de más 10.000 millones, y Ferrovial tiene el punto de mira en la futura ampliación de Heathrow.