Empresas y finanzas

El testamento del fundador de Eulen otorga a su hija el 73,3% de la matriz

En la imagen, María José Álvarez.

El testamento de David Álvarez, fundador y presidente de Eulen hasta su fallecimiento el pasado mes de noviembre, otorga a su hija María José Álvarez, nueva administradora única y presidenta de la compañía, el control absoluto de la misma.En términos económicos, la compañía prevé facturar 2.250 millones en 2021, un 50% más, y descarta salir a bolsa.

En calidad de "heredera universal", según la voluntad de su padre, María José controla ahora el 73,37% de Daval Control, la sociedad matriz de Eulen, que tiene un 59,14% del grupo. El otro 40,81%, queda en manos de El Enebro, sociedad cabecera de las bodegas Vega Sicilia, que está bajo el control de sus hermanos, pero en la que ella tiene también un 16% del capital, a la espera además del reparto de otro 4,6% que forma parte todavía de la masa hereditaria.

David Álvarez constituyó Daval en 2012 para asegurarse precisamente el control total de Eulen en plena batalla con cinco de sus hijos: Elvira, Marta, Emilio, Juan Carlos y Pablo Álvarez Mezquíriz.

María José Álvarez, que fue la única que le apoyó junto a su hermano Jesús David, tenía inicialmente el 6,83% de esta compañía holding, mientras que su padre aglutinaba el 93,14%. De esta participación, que constituye ahora la herencia yacente, le corresponde un tercio de libre disposición, equivalente al 31,05% de las acciones; otro tercio de mejora, lo que suma otro 31,05%, y un 4,44% adicional del tercio correspondiente al tercio de la herencia legítima, que se reparte entre los siete hermanos.

En un encuentro con varios medios, María José Álvarez, explica así que "soy por el deseo expreso de mi padre, contenido en su última voluntad, la continuadora del proyecto que él inició en 1962 e impulsó hasta el día de su fallecimiento". De hecho, David Álvarez estableció en el testamento "todas las prevenciones necesarias para que su voluntad se cumpliese de forma inapelable e inatacable, al abrigo de que intrigas externas pudiesen perturbarlo".

Las cinco hermanos de María José Álvarez han pedido la constitución de un consejo de administración, con personas independientes, pero como administradora única, la nueva presidenta lo ha rechazado de forma tajante, al menos, hasta que la situación no quede completamente clarificada.

Ante todo ello, tal y como adelantó elEconomista el pasado lunes, Elvira, Marta, Emilio, Juan Carlos y Pablo Álvarez, han introducido un punto en el orden del día de la junta de accionistas, que se celebrará el domingo en primera convocatoria, para votar la remuneración de su hermana, aunque es algo que ella con la mayoría de la empresa sacará adelante.

Primeras medidas

Al margen del conflicto accionarial, María José Álvarez ha adoptado ya una de las primeras medidas al frente del gigante de la seguridad, la limpieza y los servicios con la puesta en marcha de un nuevo plan estratégico hasta el año 2021.

Tras haber incrementado el patrimonio en 40 millones de euros en los último cinco años y haber reducido el endeudamiento en más de un 50%, pasando de 127 millones en 2010 a 62 millones en 2015, el objetivo ahora es elevar un 50% las ventas en los próximos seis años. El pasado ejercicio, el grupo alcanzó una cifra de facturación de 1.500 millones de euros -un 5,6% más que un año antes- y el objetivo ahora es llegar en 2021 a 2.250 millones.

Para ello, según explicó María José Álvarez, "aumentará el peso del área internacional, duplicando los 360 millones que se facturaron en 2015, hasta 740 millones de euros". El negocio exterior que representa ahora el 24% de la facturación global llegará así hasta el 34% al término del plan. "Queremos crecer mediante compras y alianzas, especialmente en Estados Unidos y Oriente Medio", dijo Álvarez.

En ese sentido, se explotará la alianza con la empresa alemana Dussmann Group, con la que se ha constituido una empresa conjunto al 50 por ciento para el desarrollo de la actividad en 29 países. Otro de los objetivos es que el beneficio neto, que llegó a 10,5 millones en el último año, se duplique en 2021.

María José Álvarez aseguró que el plan supondrá asimismo la creación de empleo y admitió que, aunque todavía es pronto para dar cifras, se podría alcanzar una plantilla de 110.000 trabajadores. Eso supondría crear 23.600 empleos en todo el mundo.

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