Madrid, 26 sep (EFECOM).- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, agradeció hoy al presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, la contribución de su país para ayudar a España en la lucha contra la inmigración ilegal.
Zapatero expresó ese agradecimiento en el brindis del almuerzo que ofreció a Cavaco Silva en el Palacio de la Moncloa con motivo de la visita de Estado que está efectuando desde ayer a España.
El jefe del Ejecutivo destacó el ambiente de "profunda amistad" que se mantiene entre los dos países y consideró que las relaciones bilaterales exigen una atención creciente porque cada vez son mayores los intereses mutuos.
Zapatero se refirió al compromiso de solidaridad de su Gobierno con los países menos desarrollados, pero subrayó que, al mismo tiempo, no se puede dejar de ser eficaz en el control de la inmigración ilegal y del tráfico de seres humanos.
"Portugal ha comprendido desde el primer momento que Europa debe enfrentarse solidariamente a este gran desafío, y ha aportado una importante contribución, que quiero agradecer, al esfuerzo colectivo para resolver un problema cuya naturaleza es también colectiva", añadió.
En ese contexto, el presidente portugués, en su discurso ante el pleno del Congreso durante la visita que hizo hoy a la Cámara Baja, subrayó que el problema de la inmigración clandestina "no es sólo español, es un problema europeo que exige una respuesta europea" y se refirió a la necesidad de fomentar la solidaridad entre los países miembros.
En su brindis, Zapatero recordó que este año se conmemora el vigésimo aniversario de la adhesión de España y Portugal a la entonces Comunidad Económica Europea, y dijo que "basta una rápida mirada sobre este periodo para comprobar hasta qué punto ha sido trascendental para la relación bilateral".
En el terreno económico, Zapatero consideró que las cifras son elocuentes, ya que se ha consolidado un ritmo de crecimiento del comercio entre los dos países que ha convertido a España en el primer suministrador de Portugal desde 1992 y en su primer cliente desde 2002.
Tras defender la apertura de las economías de los dos países para ser más competitivos a escala global, recordó que, desde el año 2000, las inversiones españolas en Portugal vienen creciendo a un promedio anual de casi 1.400 millones de euros y, proporcionalmente, el aumento de las inversiones portuguesas en España es aún mayor.
Zapatero expresó su confianza en que los dos países puedan compartir la visión de grandes cuestiones que Europa tiene ante sí, y dijo que es necesario encontrar fórmulas nuevas que permitan salir de la "compleja situación" creada por el rechazo del Tratado Constitucional en dos Estados miembros (Francia y Holanda).
"Somos dos países claramente europeístas y ese es precisamente el espíritu que necesitamos, hoy más que nunca, que prevalezca", añadió Zapatero.
En el capítulo de relaciones bilaterales se refirió igualmente al sistema de cumbres anuales como un marco operativo eficaz, y recordó que pronto se celebrará en Badajoz la XX edición de las mismas.
En ella dijo que habrá ocasión de repasar una vez más con el primer ministro portugués, José Sócrates, la agenda bilateral, que señaló que refleja la gran diversificación de los intercambios y los programas en curso.
En un sector como el de la energía, adelantó que se tendrá la oportunidad de evaluar los pasos iniciales ya dados por el Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL), ante el que consideró que España y Portugal están siendo pioneros en una integración sectorial que la Unión Europea se ha fijado como objetivo colectivo.
La gestión de las aguas de los ríos peninsulares, la mejora de carreteras y puentes y el proyecto de los enlaces en alta velocidad ferroviaria son, a juicio de Zapatero, instrumentos que dan y darán cada día mejor respuesta a las exigencias de un tráfico que ha crecido enormemente en los últimos años, momento en el que recordó que hay más de 87.000 vehículos que viajan diariamente entre España y Portugal.
Para Zapatero, las sociedades de los dos países han alcanzado un altísimo grado de conocimiento mutuo, "en muchos casos de verdadera familiaridad" -precisó-, y es responsabilidad de los Gobiernos eliminar cualquier obstáculo que pueda interponerse aún en la fluidez de las relaciones y los intercambios.
Durante la visita que hoy realizó Cavaco Silva al Congreso, llamó a acabar con "obstáculos" e "incomprensiones" entre España y Portugal, y a terminar con los "tratamientos diferenciados" y medidas económicas "proteccionistas" constatadas en ambos países.
Por su parte, el presidente del Congreso, Manuel Marín, celebró que los dos países hayan aprendido "a hablarse de frente" y a superar "desencuentros y algún que otro fantasma".
El presidente portugués, quien se reunió también con el presidente del PP, Mariano Rajoy, visitó el ayuntamiento de Madrid (donde recibió la llave de oro de la ciudad) y asistió a una jornada de empresarios de los dos países celebrada en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). EFECOM
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(Con fotografía)